sábado, marzo 07, 2020

“Canto del frío cruel”, de Kiao Tche-Tche





El cielo de los tártaros es puro y vasto de noche.
Una nube se aísla y flota.
Con lanzas en la mano, por las puertas
            de la muralla del norte,
salimos alegres al ver el sol.
Pero la sombra se extiende y hemos de seguir
            nuestro camino.
Ya no resplandece el sol sobre las llanuras del norte;
es el frío que atrapa el gran océano.
Su soplo mortal galopa por llanuras desiertas.
Al anochecer los caballos beben hielo;
mientras sobre los caminos caen los guerreros
            agotados,
para morir sobre la arena amarilla.
Sosteniendo a los que aún caminan, se apoyan
            unos en otros;
lamentando a los caídos, enjugando el llanto.
Cuando una tropa avanza, responde a una ley eterna;
los vivos tienen su premio y nada tienen los muertos.
Así, para los difuntos todo ha terminado.
En soledad, los sobrevivientes, guardan su pena inútil.



en Poesía china, 1960
Antologadores: Rafael Alberti y María Teresa León
Armonización: Carlos Almonte











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