Si yo fuera a meterme en las honduras
en que metióse Aspasia de Mileto,
a la Castalia, en busca de aguas
puras,
iría, mas yo en esas no me meto.
Aunque me traigan las cabalgaduras
de Astolfo y de Perseo, a quienes
reto
a elevarse conmigo a las Alturas
de mis Andes en alas de un soneto.
No me digáis del Rhin, ni aún del
Champaña,
que mi Numen es indio y halla sumo
placer, si falta el Moscatel de
España,
en brindar por la tierra con el zumo
de cañas, que en la rústica bangaña
bebe el criollo a la sombra de un
guarumo.
en Antología
de la Poesía Hispanoamericana del siglo XIX, 1966
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