Salí hacia el bosque de avellanos,
Porque tenía un incendio en mi cabeza,
Y corté y pelé una rama de avellano,
Y enganché a la hebra un fruto del bosque;
Y durante el vuelo de las polillas blancas,
Y titilando las estrellas como polillas,
Dejé caer aquel fruto en la corriente
Y capturé una pequeña trucha plateada.
Cuando la hube dejado en el suelo
Fui a soplar el fuego ardiente,
Pero algo crujió en el suelo,
Y alguien me llamó por mi nombre:
Se había convertido en una chica de tenue brillo
Con flores de manzano en su cabello
La que me llamó por mi nombre y corrió
Y se desvaneció a través del aire que iluminaba.
Aunque estoy viejo de tanto vagar
Por hondonadas y tierras montañosas,
Descubriré adonde ella ha partido,
Y besaré sus labios y tomaré sus manos;
Y caminaré a través del largo y jaspeado césped,
Y arrancaré hasta el fin de los tiempos
Las plateadas manzanas de la luna,
Las doradas manzanas del sol.
en The Wind Among the Reeds, 1899
The Song of Wandering Ængus
I went out to the hazel wood, / Because a fire was in my head, / And cut and peeled a hazel wand, / And hooked a berry to the thread; / And when white moths were on the wing, / And moth-like stars were flickering out, / I dropped the berry in the stream / And caught a little silver trout. // When I had laid it on the floor / I went to blow the fire aflame, / But something rustled on the floor, / And some one called me by my name: / It had become a glimmering girl / With apple blossom in her hair / Who called me by my name and ran / And faded through the brightening air. // Though I am old with wandering / Through hollow lands and hilly lands, / I will find out where she has gone, / And kiss her lips and take her hands; / And walk among long dappled grass, / And pluck till time and times are done / The silver apples of the moon, / The golden apples of the sun.
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