Versión de Juan Carlos Villavicencio
Un tramo de agua correntosa es el ojo radiante;
Las cejas arqueadas alrededor son montañas inmensas.
Si preguntas cuál es el rumbo del caminante,
Sólo mira dónde han de encontrarse aquellos ojos y esas cejas.
Ahora otra vez partiré contigo:
Acabo de ver partir lejos a la primavera.
Si en el Sur das caza a uno de sus días,
Asegúrate de no dejar que se desvanezca más.
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