Versión de Juan Carlos Villavicencio
La capital fue regida por los reyes de los días pasados.
En ella los abundantes jardines y la deliciosa melancolía dan
un majestuoso suspiro.
Como un sueño han pasado cuatrocientos largos años por el reino,
lo que hace inevitable que las lágrimas afloren.
Ahí están enterrados aquellos laureados como sus antiguos colegas.
A lo largo del río voy adonde quiero,
sobre los muros de la ciudad y sus torres fijo mi mirada.
No preguntes qué ha pasado sin dejar ningún rastro.
¿No es acaso inútil?
El interminable río fluye en vano más allá de los caminos.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario