Los ojos expresan atracción a través de una mirada de reojo. Por lo tanto, cuando se lanza una mirada sesgada en dirección a alguien del otro sexo, la coquetería se transparenta en el movimiento de la pupila. Existen diferentes formas de mirar: la mirada oblicua, la mirada hacia arriba y la mirada hacia abajo. Cuando se lanza una mirada oblicua o cuando se mira hacia abajo para enseguida elevar la vista, lo que entra en juego es la coquetería. De igual modo, la mirada baja es una manera de seducir que sugiere turbación erótica. El punto en común de todas estas miradas radica en el movimiento en dirección al otro sexo, que quiebra el equilibrio de la mirada y rompe con la normalidad. Pero una mirada animada solo por la pasión no es todavía iki. Para ser iki, la mirada debe poseer un destello tal que haga que el encanto parezca a punto de resurgir, al tiempo que la pupila debe traslucir, sigilosamente pero con fuerza, la idea de una dulce resignación y un coraje inflexible.
1930
Contribución indirecta a DscnTxt de Victoria Odekerken
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