No cambiaré,
mi destino es resistir
esta civilización
de poder y ambición.
No cambiaré
porque no puedo ya vivir
engañado, solo, esclavo, triste y sin amor.
De ti aprendí, hermano, querido indio de aquí.
De ti aprendí yo a resistir cruel opresión.
No cambiaré,
mi destino es resistir
esta civilización
de poder y ambición.
No cambiaré
porque no puedo ya vivir
engañado, solo, esclavo, triste y sin amor.
No me importa el hambre, ni la cárcel, ni el dolor.
Soy un hombre y no una pieza más de esta cuestión.
Indio hermano, tú te has ayudado a revivir
en mi pecho la llama de la liberación.
De ti aprendí, hermano, querido indio de aquí.
De ti aprendí yo a resistir cruel opresión.
No cambiaré,
mi destino es resistir
esta civilización
de poder y ambición.
No cambiaré
porque no puedo ya vivir
engañado, solo, esclavo, triste y sin amor.
No me importa el hambre, ni la cárcel, ni el dolor.
Soy un hombre y no una pieza más de esta cuestión.
Indio hermano, tú te has ayudado a revivir,
en mi pecho la llama de la liberación.
En mi pecho la llama de la liberación.
En mi pecho la llama de la liberación.
En mi pecho la llama de la liberación.
en La Ventana, 1972
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