En cada acto mío siempre encuentro algo que ya he hecho.
No sabría precisar cuándo fue. Pero reconozco todo.
Mis palabras, mis gestos, lo que me rodea y no veo y lo
que veo sin que esté cerca de mí.
Mi espíritu parece que ha vivido fuera de mí y ha realizado,
sin mi presencia, actos y hechos que luego realizados por mí
aparecen nítidamente en el recuerdo.
Todo mi ser está formado de pequeños abismos en los
que caigo y de los que salgo continuamente, sin llegar a
saber nunca cuáles son los que dejo y cuáles los que no
he conocido aún.
Y mi alma siente la angustia de vivir repitiéndose eternamente.
en
Su voz viene en el viento
(Antología), 2012
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