Traducción de Ruth Berg
Por la noche oigo suspiros prolongados
y sé que tu corazón recuerda.
Luego las puertas del Cielo se abren de par en par,
nuestras almas se besan y yo contemplo tu rostro.
Tú me ofreces una almohada del monte Wu,
humildemente me sirves la comida.
Nos ponemos de pie y nos miramos; nos tendemos en la cama.
Me despierto de golpe, te has ido de mi lado.
¿Sabes si mi espíritu está herido?
Un torrente de lágrimas humedece mi pecho.
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