Éstos, el día en que se derrumbaban
el cielo y los cimientos de la Tierra,
se comportaron como mercenarios,
recibieron sus pagas y están muertos.
Sostuvieron el cielo con sus hombros.
Los cimientos de la Tierra aguantaron.
Lo que Dios desdeñaba, defendían
y todo lo salvaron por dinero.
* Alfred
Edward Housman (usualmente conocido como A. E. Housman)
en A. E. Housman: A un joven atleta muerto,
1995
(Originalmente
en Last Poems, 1922)
Traducción de
Juan Bonilla
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