Versión de Juan Carlos Villavicencio
Cuando llega el otoño a la frontera, la escena se ve triste
Los gansos salvajes del Sur no se van a quedar
Ni siquiera un solo día
Un clamor se levanta por los cuernos que soplan cerca y lejos
Cercado por cumbres, el humo se eleva de manera recta
Al atardecer sobre la ciudad aislada con las puertas bien cerradas
Sostengo una copa de vino, pues el hogar está muy lejos
El Noroeste no ha ganado y estoy obligado a decir
En el triste sonido de las flautas
Sobre el suelo cubierto de escarcha
Que nadie se vaya a dormir
El cabello del general se pone blanco mientras lloran los soldados
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