sábado, mayo 26, 2018

«Viendo la ola de la marea subir», de Liu Young

Versión de Juan Carlos Villavicencio





La esplendorosa escena al sureste del Río Azul
y de la capital del antiguo Reino de Wu,
muestra al Qiantang tan floreciente como siempre.
Sauces con forma de humo funcionan como cortaviento
y adornado con puentes pintados y cortinas verdes,
hay cien mil casas paradas aquí y allá.
Sobre los bancos a lo largo de la arena
se levantan árboles coronados de nubes.
Grandes olas se extienden como blancas laderas de nieve,
mientras el río se dilata hasta perderse de vista.
Joyas y perlas se exhiben en la Feria,
telas de seda y satín de una variedad espléndida:
la gente compite en opulencia
y esplendor.

El lago en el lago refleja la cima en la cima que destaca,
la fragancia con flores del olivo dulce el otoño tardío,
las flores de loto que florecen por millas y millas.
Las flautas al noroeste tocan bajo los rayos del sol,
tonadas sobre castañas de agua fueron cantadas bajo el sol también,
viejos pescadores y doncellas jóvenes irradian sonrisas por doquier.
Con banderas por delante y guardias tras de ti,
borracho, puede que escuches tambores y flautas,
cantando alabanzas a viva voz
a toda la tierra bajo las nubes.
Otro día puedes describir la escena de la feria
y presumir ante la Corte dónde despliegas tu orgullo como quieres.

















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