Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo,
que la noche la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas, rocío,
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú en la cumbre de una rama).
en Entre el clavel y la espada (1939-1940), 1941
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