La tristeza primaveral es infinita,
cubre los cielos y la tierra.
Cuando parto, aún no llegué y ya me
precede.
Llena los ojos de una bruma
que renace de repente.
Se adhiere a la gente como fiebre;
no hay cómo evitarla.
Un amigo ha llegado de visita,
me propone beber una copa de noble vino.
Yo le digo, sonriendo: No te
esfuerces;
cuando bebo, es por beber;
cuando estoy triste, me quedo triste.
La tristeza y el vino se llevan bien,
van juntos
como un rápido corcel y un buey.
en Poesía
china, 1960
* También conocido como Lu Yeu
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