jueves, febrero 09, 2017

"Puntos de vista", de Paula Giglio

Fragmentos




1

En este paisaje
las nubes van quedando abajo.
Aparece y desaparece
una vida en miniatura.
Si me lo propongo,
este espacio puede ser mi hogar.
La calidez no se pierde
a pesar de los roles.
Hasta podría cuidar una planta
de interior presurizado
a diez mil metros de altura.
Viviría más tiempo
que las plantas de la tierra;
el viento le resultaría un monstruo.



3

A veces, una persona
es un cuerpo lleno de arena
que adquiere el gesto
de la preocupación
y no logra salir de ahí.
¿Qué forma tomar, ahora
que ya no tengo bronca?
No se distingue entre el nublado
y este color de cielo atardecido.
Se ha dicho: lo más difícil
de ser feliz es darse cuenta.
De a ratos, soy la carne
que el mar sala a cachetazos.
El viento parece escupido
por la boca de un dragón.



4

Tender la ropa
como quien se alza políticamente.
Colgar las sábanas, plantar bandera.
Ser la nueva, la recién llegada,
asentarse; delimitar espacios
con paredes blancas que mueve el viento.



5

Viene y enseguida se va
trayendo caracoles:
huesos, en cierta forma.
Pienso en la última vez
que me fui de viaje.
Cuando volví
todo estaba muerto y roto.
Al instante se cortó la luz:
las plantas, el escalón, tu sombra,
nada de eso existía.



7

Nos permiten acampar
en la zona inhabitada.
Cocino, preparo un hechizo
y musitamos cosas.
Pero toda palabra
relacionada con el fuego
se extingue.
Una coma mal dicha
también deforma el sentido.
Será mejor no decir nada,
comer en penumbras,
aflojar la tierra con el dedo.


















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