Padre nuestro
Padre mío
que estuviste en mi cama
porque mis sábanas fueron nubes
y en ellas ondeaba la sangre
de mi penetrante genealogía
que jamás ensuciado sea tu nombre
ni mi apellido
me llevaste a tu reino púbico
con tu cetro de sándalo
condecoraste mi indecencia
hiciste mi voluntad la tuya
mis piernas y mi boca
me diste mi origen cada noche
sobre mi espalda
perdonaste mi estupidez
y no me dejaste caer en otras manos
que fueran ajenas
mi violador amado
mi rompedor de la piel
me liberaste de la infancia dolorosa
Padre nuestro
señor mío
a la edad de trece años me hiciste
parte del Amanecer
en Cantares
(Antología, Raúl Zurita), 2004
2 comentarios:
Lo leo 17 años después y me vuelven a correr las lágrimas
dejo el precario registro del día de hoy: https://www.youtube.com/watch?v=9_6KWh6x0hA
gracias por la poesía.
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