Honrado es el hombre que advierte,
en el fulgor de las ventanas,
la mirada de sus maestros.
Acaso pueda, él mismo, un día de éstos,
espantar en otros la soberbia.
Anduvo, Lucho Oyarzún, por estas calles levitando.
Viendo, en la luz
–despabilado el sueño– las murallas:
El capitalismo de los ricos
frena el capitalismo de los pobres
(N.Y. Agosto, 1970)
Y más te vale comprender: ver, en el tiempo,
la palabra.
en Una casa junto al río, Descontexto Editores, 2016
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