Me quedo en el invierno crudo,
acurrucado bajo los árboles, con la experiencia de mí mismo colgando de la
baba. Me determino entre los charcos como un ser que se despoja de la muerte
para respirar del aliento propio. Pero no la homogeneidad, la reiteración que
acostumbramos, como se reitera la noche para que bebamos y comamos
necesariamente. / Allí me gesto, solo en territorios animales y abiertos.
en Especies en
cautiverio, 2010
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