Fantaseabas Paulina con tu vejez
lo recuerdo muy bien yo mismo te
veía
leyendo eternamente a Dostoievski
en Valdivia junto a un fuego
crepitante
como tú y ese pelo
que
juraste no cortarte jamás
canoso brillante desordenado
igual
al pizarrón
sobre el que tirabas líneas
sin un sentido aparente
pero que eran a su modo tu
literatura
tus obras fugaces de hora y media a
lo sumo
mientras nosotros tus alumnos
te empezábamos a querer
y
a desearte esa vejez
soñada en nada parecida a la de hoy
cuando
no hay quien te dé trabajo Paulina
en
ese país
que por cierto se transformó
en
lo que más temías
sin nadie para hacerte el menor caso
sin
nadie para ver
cómo te cortaste el pelo en señal de
protesta
y
deserción total
en Yo ya (G0 Ediciones), 2016
Fotografía: César Fuentes
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