A pesar de los malos tiempos
debes saber
que nada fue mejor que montar juntos y reír
las botas sucias, ese olor a plumas quemadas
a portones abiertos hasta atrás
despellejados como una herida.
La torcaza nuestra cena adobada de sur a norte
pobre infeliz, siempre fue
tan sabrosa y esquiva.
en Spandau,
2012
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