San Celan,
estirado en la cruz
de la supervivencia,
ruega por nosotros. Tú
al final no podrías seguir
padeciendo. Pero nosotros
vivimos y vivimos,
alegres y despreocupados en un mundo
donde hay niños matando niños.
Nos sacudimos
el peso de
nuestra propia exención,
prosperamos,
excedemos
los días que nos fueron asignados.
San Celan,
ruega por nosotros
para que recibamos
al menos un moretón
azul, azul, imperecedero,
nosotros, que aceptamos sobrevivir.
en This Great Unknowing, 1999
Traducción dedicada a Marcelo Pellegrini,
allá en el norte, allá en el frío.
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