A mi primo Marcelo Salinas Eytel,
detenido desaparecido hasta hoy.
La calle no tiene hoy ni luz ni pájaro.
Quién va a cantar, quién va a levantar
una mínima esperanza luminosa.
Se vuelven otra vez los perros horrizonte
y no hay agua para lavar esta injusticia.
Qué va a correr bajos los puentes
llenos de vergüenza, carcomidos
por la humedad del desamparo.
Yo no soy más que el testigo de la ausencia,
qué hago reclamando ante el vacío.
en revista Poesía Diaria, 1986
Fotografía original de Juan Carlos Gedda
Fotografía original de Juan Carlos Gedda
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