Te vas sin mí, mi vida.
Das vueltas.
Y todavía espero dar un paso.
Llevas la batalla a otra parte.
Así me abandonas.
Nunca te he seguido.
No veo tus propuestas con claridad.
Lo poco que quiero nunca lo traes.
Debido a esta carencia aspiro a tanto.
A tantas cosas, a casi el infinito...
Debido a esta pequeña carencia, que nunca traes.
en La nuit remue, 1935
a Constanza Jarpa-Luco, en su cumpleaños
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