domingo, febrero 08, 2015

“Bocado”, de David Preiss








Tres poemas


*

Nos quedamos quietos ante el sol intacto,
estatuas de sal, quemados
los ojos.

Esperamos del mar de los sargazos
el retorno de un madero:

Nuestros propios desaciertos.




*

El murmullo que mis labios
repasan con desgano
contiene otra manera de nombrarte
infinitamente más pequeña:
-ésta, en que ejercito mi nostalgia.




*

Para marcar el sendero en que retorno
escupí sobre tus huellas.
Vuelvo atrás mas no encuentro la salida
hacia el claro de un poema, me extravío
en la mitad de la insólita foresta
que ha crecido alrededor de tus cabellos:
sin hallar una ventana iluminada
regreso nuevamente
siguiendo el paso de tu huella.



en Bocado, 2011







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