“Mientras comemos el mar”, de Víctor Hugo Cárdenas

Mientras comemos el mar

y escarbamos el horizonte

lleno de lamilla oxidada

la muerte se dibuja como una eterna preparación

y la luna aparece como una partera

para los labios negros de la noche

donde las islas flotan con el escapulario de los santos.

en El eco de los trieles, 2005