Y
he subido, después, sobre el cuello
de
un pájaro terrible, y he volado.
Era
un pájaro de un azul intenso,
se
llamaba Rock. De su pico caían
sílabas
de luceros, tres abismos,
uno
dentro del otro, grises, como tres embudos,
nacían
de su mirada. Y volé todavía más,
alto,
sobre las nubes, más arriba. Y de pronto,
mirando
hacia abajo, observé
que
un huevo había puesto. Su huevo es el mundo…
-Sí,
dijo mi primo. ¡Pero cuidado,
que
este pájaro no existe!
-No,
no existe, le respondí, mientras
me
aferraba con las dos manos
a
su cuello. Se muy bien que no existe…
en Seis poetas rumanos contemporáneos, 1993
Fotografía: Pierre
Oster. Irinel Liciu y Stefan Agustin Doinas, París 1976
No hay comentarios.:
Publicar un comentario