Coronado
de gorra taoísta,
vestido
de túnica emplumada,
y
un caminar por los aires.
Mi
flauta de hierro despeja las nubes
y
mi bastón de bambú llega al cielo.
Vivo
rodeado de cantantes,
de
mujeres joviales, taoístas,
bebedores,
poetas y excéntricos.
Soy
doctor en viajes de turismo
sin
haberme presentado nunca
a
los exámenes imperiales.
Soy
el inmortal de un mundo alegre
y
jamás conozco la tristeza.
En
mi casa, por todas partes,
antiguos
libros de los maestros,
pinturas,
tintas e inciensos,
que,
exhalando un tenue humo,
llenan
de fragancia el valle.
en Poesía clásica china, 2001
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