Compras
el título de crítico, poeta o novelista,
los
largos trenes de la cultura occidental
sin
los chinos que construyeran las vías:
la
tesitura de la voz, el alto vuelo lírico,
o
la diferencia radical entre la poesía
y
otras especies de lo literario.
Nada
que ver, diría Prodán
enceguecido
levemente por la profundidad de la ginebra.
El
poema: un jarro plástico, hielos, hierbas,
limón
–continente-
nada
tiene que ver con la poesía,
vomitarse
los zapatos a las cinco de la tarde
y
que
alumnos
provincianos
reciten
de
memoria
poemas
franceses, ingleses y alemanes (care raja)
ante
chicas que ignoran –como yo- la diferencia
entre
verso y prosa.
en Trasandino, 2012
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