Ana
Francisca Raimán Liencheo
En
la tarde de las lluvias torrenciales
Y
lágrimas que brotaban de tus ojos
Por
efecto de los gases lacrimógenos
En
los campos de Lumaco en 1967.
Tu
voz fortalecía la esperanza
De
recuperar un día esas tierras
Mientras
tu esposo era introducido en un camión
Por
los agentes del Estado.
Ricardo
Antileo Raimán,
Los
barrotes de las cárceles
De
Angol, Traiguén, Temuco
Y
las paredes del Regimiento Miraflores
No
doblegaron
Tu
espíritu rebelde, tu altiva frente que humilló
El
rostro de los viles verdugos.
Elisa
Huaiquimil Queupo,
La
niña que quedó huérfana de padres,
Nieta
del guerrero José Miguel Queupo,
Que
con cálida dulzura
Hilaba
la lana de las ovejas que criaba
Para
abrigar nuestros sueños infantiles,
Nuestro
llanto y risas con que alegrábamos
Sus
días y sus pensamientos.
Antonio
Antipi Huaiquín,
Weupife,
vocero de la historia,
Descendiente
del linaje Lonkomill,
Nombre
que ahuyentó a los sicarios
De
Saavedra, Urrutia, Pedro Lagos.
Ustedes,
mis abuelos
Son
este rostro que flameando llevo al viento
Son
mi canto, mi bandera
Que
jamás permitiré sea mancillada.
en Weichapeyuchi ül: cantos de guerrero,
2012
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