Tal
es nuestra instancia extrema.
Tu
ocupación entre nosotros
era
poner en claro mensajes y respuestas
lluviosa
planta solanácea,
de
tren en tren,
ceremoniosamente
convertida en trigo
sonriente
y sin oficiantes
para
tu cansancio enardecido
de
tiempos felinos,
hacia
un mediodía sin pesadumbres.
Se
ha dicho que no hay
usurpación
más alta
en
el bajel de la deserción.
en Vastos imperios, 1994
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