CLVI
Muchachos
míos: perdéis la más
linda
rosa de vuestro sombrero*;
letrados
míos de todo sustraéis,
si
vais a Montpipeau**
o
a Rueil, salvad el pellejo:
pues
por retozar en esos dos sitios
confiando
en la apelación,
lo
perdió Colin de Cayeux.
CLVII
No
es un juego sin importancia
donde
va el cuerpo y quizá el alma.
Al
perdedor está demás arrepentirse
por
no morir en oprobio y denostado;
y
quien gana no tendrá por mujer
a
Dido, la reina de Cartago.
Loco
e infame es pues el hombre
que
tanto arriesga por tan poco.
CLVIII
¡Que
cada uno me oiga todavía!
Se
dice, y es verdad,
que
jornal de carretero se bebe todo***
junto
al fuego en invierno,
en
el bosque en verano:
Si
plata tenéis que no esté sujeta,
gastadla
pronto y sin demora.
¿De
quién la habéis heredado?
Jamás
lo mal habido beneficia.
*
De vuestra corona.
**
Ir a Montpipeau significa robar engañando (en pipant); y a Rueil, robar arrojándose sobre la cosa o la persona,
viene del verbo se ruer.
***
Algunos editores corrigieron este verso y sustituyeron charterie por charretée,
barril.
en Poesía completa, 1976
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