viernes, agosto 23, 2013

“Silencio”, de Marianne Moore









Mi padre solía decir:
“La gente superior no hace largas visitas,
hay que enseñarles la tumba de Longfellow
o las flores de vidrio de Harvard.
Seguros de ellos mismos como el gato—
que pone en privado su presa,
la cola floja del ratón colgada
de su boca—
como un cordón de zapato—
Algunas veces gozan de soledad,
y pueden privarse de las palabras
por palabras que los han deleitado.
El sentimiento profundo siempre se muestra en silencio;
no en silencio, sino represión”.
Ni fue insincero al decir: “Hagan de mi casa su posada”.
Posadas no son residencias.



en Poemas completos, 1967













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