como ver caer
una estrella
sin nombrar un deseo;
o como a quien no se le destinó
ningún destino salvo
la espera
de lo que pasará
sin llevarnos,
lo que miramos
sin ver
porque no es igual a nosotros.
ritual de lo inútil
o la esperanza extrema:
un niño ciego frente
a un espejo,
como si lo que uno es
no hiciera falta para serlo.
en Para albergar una ausencia, 1995
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