Junto
al río de estos cielos
verdinegro
hacia la costa,
levantamos
la casa de Zulema Huaiquipán.
Hace
ya tantas muertes los cimientos,
hace
ya tantos hijos para el polvo
colorado
del camino.
Frente
al llano y el lomaje del oeste,
levantamos
la mirada de mañío
de
Zulema Huaiquipán.
Embrujados
en sus ojos ya sin luz
construimos
las paredes de su sueño.
Cada
tabla de pellín huele a la niebla
que
levantan los campos de la noche.
Cada
umbral que mira al río y los lancheros
guarda
el vuelo de peces y pájaros.
Bajo
el ojo de agua en el declive
donde
duermen animales de otro mundo
terminamos
las ventanas.
Y
en la arena hemos hincado nuestras sombras
como
estacas que sostienen la techumbre
dela
cada de Zulema Huaiquipán.
en Los cantos ocultos. Antología de poesía
indígena latinoamericana, 2008
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