Cuando la mirada vuelve al azul descanso de su sueño,
Tanguito reitera su propio ritual
en el jardín de todos sus descansos,
junto a la viva tumba de aquel dios
respirando por los árboles,
guardando el propio renacer para otro tiempo sin heridas
o la ilusión de lo sanado.
Guardián también de todo sueño requerido,
el Capitán vela por el profundo corazón
del padre e hijo unidos como rito propio,
definición de lealtad i amor reflejados
en una noche sin sextantes
o el constante fuego en el Sur que lo esperaba.
3 de agosto, 2009
A tres años de tu muerte, hermoso mío...
2 comentarios:
Qué fuerza y nobleza en ese avezado y zorro cazador!
un abrazo,
RM
(6 palabras con zetas!)
Muchas gracias, hermano.
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