domingo, julio 08, 2012

“Nosotros somos bastante desencantados”. Entrevista a Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll, de Alejandro Calvo






Esta entrevista fue realizada en el Festival de Cine de San Sebastián del año 2004, tras la proyección del pase de prensa de ‘Whisky’. La entrevista no estaba concertada; fue improvisada. La charla introductoria fue para alabar la película, la mejor vista en dicho festival.




Alejandro Calvo. ¿Cómo estáis viviendo el éxito de Whisky?
Juan Pablo Rebella. Estamos muy desubicados. Nosotros venimos de un país raro, donde no se hacen muchas películas, donde casi no hay escuelas de cine y de repente todo esto… este hotel, concediendo entrevistas…
Pablo Stoll. Es como estar en Disneylandia cuando tienes tres años… [risas]
Juan Pablo Rebella. Tiene una parte divertida y otra que nos deja medio descolocados, igual que Marta en la película, cuando se la llevan a vivir esa fantasía… Es la segunda película que hacemos, en la primera no entendíamos casi nada, éramos más jóvenes. Ahora poco a poco vamos entendiendo un poco más las cosas. Lo que acabas de decirnos es lo que más nos gusta, sabemos que hemos hecho una película muy particular, que no es para todo el mundo. Es como si estuviera hecha para nosotros como espectadores, que no nos suele gustar casi nada, y cuando sabes que a alguien le va a gustar como a nosotros, es cuando entonces todo vale la pena.


Debéis ser una excepción en el cine uruguayo…
JPR. Es que en Uruguay no hay cine, ¿qué habrá? Catorce películas en siete años…
PS. Y además son malas, bueno son malas como la mayoría de las películas.


Prácticamente todo el cine latinoamericano que nos llega es de carácter social, o melodramas para toda la familia.
JPR. En los festivales cinematográficos veo películas latinoamericanas que me parecen un insulto. Lo que hacen es usar una cosa muy fea, que es todo lo que está pasando en Latinoamérica y toda la problemática social existente para hacer pobreza "for export", esta pobreza "chic" que se está vendiendo al extranjero. Probablemente a vos no le moleste tanto como a mí. Por ejemplo, a mí no me gusta nada ‘Estación central’, de Brasil…


¿Visteis ‘Diarios de motocicleta’?
JPR. No. Que Robert Redford produzca una película sobre el Che Guevara me parece horrible.
PS. Es el plan perfecto… los yankis matan al Che Guevara y luego hacen una película sobre él [risas].


Supongo que vuestro aprendizaje ha sido a base de ver películas, más que de escuela cinematográfica. Me gustaría que hablaseis de la opción estética, muy particular, escogida para la película, rodada sólo con planos fijos.
JPR. En Uruguay ahora sí que hay una escuela de cine. Nosotros nos conocimos en la facultad de Ciencias de la comunicación. En Uruguay no hay películas, de la misma forma que tampoco hay nieve. Las películas vienen siempre de otros lados. Nosotros empezamos rodando un corto con unos amigos, que acabó siendo un largometraje, ‘25 watts’, que acabó venciendo en festivales. Ahora teníamos ganas de hacer otra, así que concebimos el guión pero con mucho miedo, no teníamos clara la opción estética para la película.
PS. La primera película era más autobiográfica. Ésta era una cosa diferente, con unos personajes, que aunque guardamos parecido con ellos, eran más extraños; es más lejana la película en sí misma.
JPR. En la primera película la cámara casi no se mueve, así que uno de los principios que cogimos para esta, fue que la cámara debía estar quieta. Tampoco la película debía parecer demasiado realista, debía tener algún puntito extraño.
PS. Que tuviera cierto aire de fábula. Un universo cerrado, con tres personajes. Que la información llegara de esta manera tan esencial, seleccionada, que vos no supieras todo lo que pasaba, que quedaran espacios para meterte e imaginarte qué es lo que está pasando.
JPR. Es una película hecha desde el amor a las películas que nos gustan, como del odio a las que no nos gustan. Y una de las cosas que no nos gustan nada es el cine sobre-explicativo, en el que los personajes no dejan de hablar.
PS. Sí, ese en el que los personajes hablan de sí mismos como: "yo soy de tal manera y de tal otra".
JPR. Aquí los personajes cuando hablan, no lo hacen de sí mismos, lo hacen sobre otras cosas. Creemos que la vida es un poco así, la gente no habla todo el rato sobre ellos mismos, salvo en Gran Hermano… [risas] En la realidad la gente habla de unas cosas cuando en verdad le están pasando otras. Tratamos de componer una película con los cachos que en Hollywood habrían excluido de la historia.


Es exactamente la manera que tiene Jim Jarmusch de hacer cine, con su "escritura de en medio".
JPR. Sí, efectivamente. Fue la principal figura en que nos fijamos. ¿Qué es exactamente la "escritura de en medio"?


Bueno, se trata de narrar una película a través de sus momentos aparentemente muertos, eliminando la acción dramática gratuita, basada sobre todo en lo cotidiano, en los momentos de relajación de los personajes, y de esa manera, crear un discurso coherente en el film. Es como construir una historia a partir de elementos no explícitos en la misma. Por ejemplo, lo importante del robo a un banco, no sería nunca el atraco. No es hablar de lo que les pasa a los personajes, sino de lo que no les pasa.
JPR. Bueno, con tu permiso, vamos a empezar a usar esa expresión a partir de ahora [risas]. Es exactamente eso, buscar lo poético dentro de la rutina de unos personajes perdidos en el mundo.


Como en ‘Stranger than paradise’…
PS. Todo el mundo comparaba ‘25 watts’ con esta película, y, en general, con todo el cine de Jarmusch. Ésta, sin embargo, la han comparado más con Aki Kaurismaki. La primera es más parecida a ‘Barrio’.


Esta película la contáis a través de tres personajes adultos, solitarios, en un mundo que se trasluce muy patético, sin embargo, siempre se consigue en el film que exista una empatía con los personajes. ¿Como alguien joven puede conseguir meterse en la mente de esta clase de personajes?
JPR. Todo es a base de inspiraciones. Y la inspiración principal de esta historia surgió cuando un amigo que trabaja con nosotros nos contó que había trabajado toda la vida en la fábrica de calcetines de su padre. Un día la fuimos a visitar y dijimos ¡qué lugar más bueno para hacer una película! Había máquinas absurdas por todas partes y todo para hacer calcetines, lo que nos pareció muy cómico. Y al mismo tiempo era el lugar más deprimente del mundo con esas luces, esos ruidos… la gente que trabajaba parecía que estaba sometida como en la película ‘Brazil’. Se nos ocurrió la idea del matrimonio fingido e inevitablemente tenían que ser mayores, y bueno, nosotros tenemos algo de viejos. Uruguay es un país de viejos, a su manera.
PS. Los personajes tienen cosas nuestras y también de gente que conocemos de la edad nuestra.
JPR. Nosotros no somos uno de esos jóvenes que van gritando por la calle y si no te mueves dentro de la moda, a veces te sientes como un poco viejo.
PS. Alguien dijo que es una película sobre el miedo a convertirnos en alguien así y… puede serlo.
PS. De ahí salieron los personajes, y si no te gustan los personajes no vas a conseguir entrar en la película. Tiene que haber un puente entre tú y los personajes.
JPR. Queríamos mostrarlos patéticos, pero también al mismo tiempo, queríamos entenderlos.
PS. No es una película sobre jóvenes, pero sí es una película sobre nosotros. Es una película con mucha autocrítica, mostramos muchos de nuestros miedos.


Me gusta mucho que sea un film intergenérico, sin un camino definido. El humor es casi para suavizar toda la carga dramática que habita en la película.
PS. En la vida normal siempre hay mucho humor. Es en los entierros cuando salen los mejores chistes. Es como una descarga. Yo creo que nada de lo que vayamos a hacer, sea juntos o separados estará exento de humor.
JPR. Se armó cacao en algunos medios por lo que decís vos de la indefinición genérica, porque en unos periódicos decían que yo me refería a la película como un drama y Pablo en otros como una comedia. Cuando tuvimos que mandar la película a un festival, en la casilla donde había que poner el género no sabíamos qué poner. Yo dije "pongamos drama" y él "pongamos comedia", pero ninguno de los dos entendemos que la película esté sujeta a ningún género. Que el film no sea etiquetable. Como ‘Strangers than paradise’ o ‘Down by law’.
PS. Lo interesante es que sea un balance entre lo melancólico y la comedia. Una película que sea nostálgica, pero que no sea cursi.


La película… ¿puede tener una lectura optimista?
JPR. Puede ser, nosotros de todas maneras somos bastante desencantados.
PS. Todo depende de cómo veas el final de la película, cada persona piensa una cosa diferente sobre el final del film. La actriz protagonista, Mirella Pascual, dice que ella vuelve. Que llegará tarde, o quizás que ese día no fue. Pero que ella acaba volviendo.
JPR. Sí, que está tan perdida que va a volver, porque no conoce otra cosa…








A mí el final abierto me parece excelente y realmente creo que no quiero saber lo que pensáis vosotros sobre qué es lo que va a suceder a continuación.
PS. Exacto, si eres optimista crees que vuelve y si no, pues crees que no. También podría pasar al revés, no lo sé. Mi tía que ha visto dos películas en los últimos veinte años, las dos que hice yo, me dijo "Che, ¿cuándo vas ha hacer una película que tenga final?". [risas] Hay gente que nos ha llamado vagos por cerrar la película de esa manera… Cuando la idea es que cada uno se construya su final.
                           

Antes habéis dicho que lo que os gusta en cine os gusta mucho y lo que no, lo odiáis. Eso implica tener gustos muy parejos, porque está claro que dos personas no sólo han de entenderse muy bien para realizar una película, hace falta una misma búsqueda.
JPR. Nosotros nos conocimos viendo las mismas películas, más que las películas, nos gustaban las mismas cosas que veíamos en ciertas películas. Ninguno de nosotros soportamos el cine latinoamericano sobre la pobreza "for export" de la que hemos hablado antes. Está claro que no coincidimos siempre, pero si habláramos contigo seguro que tampoco coincidiríamos. Creo que sólo podríamos coincidir todos en una película, y es que a todos nos gusta ‘South Park’. [risas]
PS. ¿Viste ‘Meet the Feebles’, de Peter Jackson?


Sí, la están poniendo ahora aquí en el ciclo de Incorrectos.
PS. La vi ayer y me pareció brutal.


Es como los "Teleñecos" de Hollywood, pero en plan hardcore… [risas]
JPR. A mí por ejemplo no me gusta nada ‘Trainspotting’, y soy de los pocos que conozco a los que no les gusta. Me parece una película publicitaria y con un humor que no me convence.


¿Se dirige bien una película a dos manos?
JPR. Bueno, es que a estas alturas no sabemos cómo se dirige de otra manera. Arrancamos trabajando así en la universidad, más que un dúplex, como un equipo, con la misma fotógrafa, el mismo montador, el mismo equipo técnico… La parte autoral somos nosotros, porque somos coguionistas, pero todo el equipo que tenemos, muchos amigos nuestros, es básico. Nosotros solos somos muy torpes, no dominamos todas las materias. A mí me das una cámara de cine y no sabría por dónde se mira… [risas]. Es como Jarmusch que decía que trabajaba con planos largos porque no sabía como montar dos seguidos [risas].


En ‘Whisky’ os fijáis mucho en los detalles, y a partir de ellos, se extrae información sobre los personajes. Quizás para remarcar su soledad o para retratar su automatismo.
PS. Es un poco de las dos cosas. Parte del ritmo es derivado del cómic, con los cortes, los planos detalle… Si miras el cómic -storyboard- no se parece mucho a la película, pero el día que nos empezamos a entender fue cuando leímos un cómic de Charles Walden. Nos gustó la historia y los dibujos, desde allí extrajimos parte estética para la película. La idea de completar la historia es también algo derivado del cómic. De ahí sacamos la idea de los planos fijos y que vos tuvieras que juntar las dos cosas.
JPR. El que haya una elipsis que tengas que completar como espectador, eso en el cine me encanta.


Me imagino que lleváis dando entrevistas toda la mañana y os habrán citado hasta la saciedad a Kaurismaki…
PS. Sí, es que el dossier del festival cita a Kaurismaki, y claro…


Bueno, así funciona la prensa en los festivales. Si no se citara a Kaurismaki, ni la mitad de la gente os hablaría de él. De todas maneras a mí el principio de la película sí que me ha recordado a ‘La chica de la fábrica de cerillas’.
JPR. Pues esa película la vimos cuando ya estábamos preparando para filmar.
PS. Sí, en ese momento ya estaba todo el pescado vendido. Nos gustó mucho, pero ya teníamos definida nuestra película. Nos pareció realmente increíble.
JPR. Sobre todo como mezcla esa sordidez con el humor. Todo filmado como actos simples, sencillos, convencionales…
PS. Retrata muy bien el absurdo y la simpleza para llegar a algo ascético.
JPR. Yo creo que Helsinki tiene que parecerse bastante a Montevideo.




en Miradas del Cine, San Sebastián, 23 de Septiembre de 2004








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