Esta entrevista fue
realizada en el Festival de Cine de San Sebastián del año 2004, tras la
proyección del pase de prensa de ‘Whisky’. La entrevista no estaba
concertada; fue improvisada. La charla introductoria fue para alabar la
película, la mejor vista en dicho festival.
Alejandro Calvo. ¿Cómo
estáis viviendo el éxito de Whisky?
Juan Pablo Rebella. Estamos muy desubicados. Nosotros
venimos de un país raro, donde no se hacen muchas películas, donde casi no hay
escuelas de cine y de repente todo esto… este hotel, concediendo entrevistas…
Pablo Stoll. Es como estar en Disneylandia
cuando tienes tres años… [risas]
Juan Pablo Rebella. Tiene una parte divertida y otra
que nos deja medio descolocados, igual que Marta en la película, cuando se la
llevan a vivir esa fantasía… Es la segunda película que hacemos, en la primera
no entendíamos casi nada, éramos más jóvenes. Ahora poco a poco vamos
entendiendo un poco más las cosas. Lo que acabas de decirnos es lo que más nos
gusta, sabemos que hemos hecho una película muy particular, que no es para todo
el mundo. Es como si estuviera hecha para nosotros como espectadores, que no
nos suele gustar casi nada, y cuando sabes que a alguien le va a gustar como a
nosotros, es cuando entonces todo vale la pena.
Debéis ser una
excepción en el cine uruguayo…
JPR. Es que en Uruguay no hay cine, ¿qué
habrá? Catorce películas en siete años…
PS. Y además son malas, bueno son malas
como la mayoría de las películas.
Prácticamente todo el
cine latinoamericano que nos llega es de carácter social, o melodramas para
toda la familia.
JPR. En los festivales cinematográficos
veo películas latinoamericanas que me parecen un insulto. Lo que hacen es usar
una cosa muy fea, que es todo lo que está pasando en Latinoamérica y toda la
problemática social existente para hacer pobreza "for export",
esta pobreza "chic" que se está vendiendo al extranjero.
Probablemente a vos no le moleste tanto como a mí. Por ejemplo, a mí no me
gusta nada ‘Estación central’, de Brasil…
¿Visteis ‘Diarios
de motocicleta’?
JPR. No. Que Robert Redford produzca una
película sobre el Che Guevara me parece horrible.
PS. Es el plan perfecto… los yankis
matan al Che Guevara y luego hacen una película sobre él [risas].
Supongo que vuestro
aprendizaje ha sido a base de ver películas, más que de escuela
cinematográfica. Me gustaría que hablaseis de la opción estética, muy
particular, escogida para la película, rodada sólo con planos fijos.
JPR. En Uruguay ahora sí que hay una
escuela de cine. Nosotros nos conocimos en la facultad de Ciencias de la
comunicación. En Uruguay no hay películas, de la misma forma que tampoco hay
nieve. Las películas vienen siempre de otros lados. Nosotros empezamos rodando
un corto con unos amigos, que acabó siendo un largometraje, ‘25 watts’, que
acabó venciendo en festivales. Ahora teníamos ganas de hacer otra, así que
concebimos el guión pero con mucho miedo, no teníamos clara la opción estética
para la película.
PS. La primera película era más
autobiográfica. Ésta era una cosa diferente, con unos personajes, que aunque
guardamos parecido con ellos, eran más extraños; es más lejana la película en
sí misma.
JPR. En la primera película la cámara
casi no se mueve, así que uno de los principios que cogimos para esta, fue que
la cámara debía estar quieta. Tampoco la película debía parecer demasiado
realista, debía tener algún puntito extraño.
PS. Que tuviera cierto aire de fábula.
Un universo cerrado, con tres personajes. Que la información llegara de esta
manera tan esencial, seleccionada, que vos no supieras todo lo que pasaba, que
quedaran espacios para meterte e imaginarte qué es lo que está pasando.
JPR. Es una película hecha desde el amor
a las películas que nos gustan, como del odio a las que no nos gustan. Y una de
las cosas que no nos gustan nada es el cine sobre-explicativo, en el que los
personajes no dejan de hablar.
PS. Sí, ese en el que los personajes
hablan de sí mismos como: "yo soy de tal manera y de tal otra".
JPR. Aquí los personajes cuando hablan,
no lo hacen de sí mismos, lo hacen sobre otras cosas. Creemos que la vida es un
poco así, la gente no habla todo el rato sobre ellos mismos, salvo en Gran
Hermano… [risas] En la realidad la gente habla de unas cosas cuando en verdad
le están pasando otras. Tratamos de componer una película con los cachos que en
Hollywood habrían excluido de la historia.
Es exactamente la
manera que tiene Jim Jarmusch de hacer cine, con su "escritura de en
medio".
JPR. Sí, efectivamente. Fue la principal
figura en que nos fijamos. ¿Qué es exactamente la "escritura de en
medio"?
Bueno, se trata de
narrar una película a través de sus momentos aparentemente muertos, eliminando
la acción dramática gratuita, basada sobre todo en lo cotidiano, en los
momentos de relajación de los personajes, y de esa manera, crear un discurso
coherente en el film. Es como construir una historia a partir de elementos no
explícitos en la misma. Por ejemplo, lo importante del robo a un banco, no
sería nunca el atraco. No es hablar de lo que les pasa a los personajes, sino
de lo que no les pasa.
JPR. Bueno, con tu permiso, vamos a
empezar a usar esa expresión a partir de ahora [risas]. Es exactamente eso,
buscar lo poético dentro de la rutina de unos personajes perdidos en el mundo.
Como en ‘Stranger
than paradise’…
PS. Todo el mundo comparaba ‘25
watts’ con esta película, y, en general, con todo el cine de Jarmusch. Ésta,
sin embargo, la han comparado más con Aki Kaurismaki. La primera es más
parecida a ‘Barrio’.
Esta película la
contáis a través de tres personajes adultos, solitarios, en un mundo que se
trasluce muy patético, sin embargo, siempre se consigue en el film que exista
una empatía con los personajes. ¿Como alguien joven puede conseguir meterse en
la mente de esta clase de personajes?
JPR. Todo es a base de inspiraciones. Y
la inspiración principal de esta historia surgió cuando un amigo que trabaja
con nosotros nos contó que había trabajado toda la vida en la fábrica de
calcetines de su padre. Un día la fuimos a visitar y dijimos ¡qué lugar más
bueno para hacer una película! Había máquinas absurdas por todas partes y todo
para hacer calcetines, lo que nos pareció muy cómico. Y al mismo tiempo era el
lugar más deprimente del mundo con esas luces, esos ruidos… la gente que
trabajaba parecía que estaba sometida como en la película ‘Brazil’. Se nos
ocurrió la idea del matrimonio fingido e inevitablemente tenían que ser
mayores, y bueno, nosotros tenemos algo de viejos. Uruguay es un país de
viejos, a su manera.
PS. Los personajes tienen cosas
nuestras y también de gente que conocemos de la edad nuestra.
JPR. Nosotros no somos uno de esos
jóvenes que van gritando por la calle y si no te mueves dentro de la moda, a
veces te sientes como un poco viejo.
PS. Alguien dijo que es una película
sobre el miedo a convertirnos en alguien así y… puede serlo.
PS. De ahí salieron los personajes, y
si no te gustan los personajes no vas a conseguir entrar en la película. Tiene
que haber un puente entre tú y los personajes.
JPR. Queríamos mostrarlos patéticos,
pero también al mismo tiempo, queríamos entenderlos.
PS. No es una película sobre jóvenes,
pero sí es una película sobre nosotros. Es una película con mucha autocrítica,
mostramos muchos de nuestros miedos.
Me gusta mucho que sea
un film intergenérico, sin un camino definido. El humor es casi para suavizar
toda la carga dramática que habita en la película.
PS. En la vida normal siempre hay mucho
humor. Es en los entierros cuando salen los mejores chistes. Es como una
descarga. Yo creo que nada de lo que vayamos a hacer, sea juntos o separados
estará exento de humor.
JPR. Se armó cacao en algunos medios por
lo que decís vos de la indefinición genérica, porque en unos periódicos decían
que yo me refería a la película como un drama y Pablo en otros como una
comedia. Cuando tuvimos que mandar la película a un festival, en la casilla
donde había que poner el género no sabíamos qué poner. Yo dije "pongamos
drama" y él "pongamos comedia", pero ninguno de los dos
entendemos que la película esté sujeta a ningún género. Que el film no sea
etiquetable. Como ‘Strangers than paradise’ o ‘Down by law’.
PS. Lo interesante es que sea un
balance entre lo melancólico y la comedia. Una película que sea nostálgica,
pero que no sea cursi.
La película… ¿puede
tener una lectura optimista?
JPR. Puede ser, nosotros de todas
maneras somos bastante desencantados.
PS. Todo depende de cómo veas el final
de la película, cada persona piensa una cosa diferente sobre el final del film.
La actriz protagonista, Mirella Pascual, dice que ella vuelve. Que llegará
tarde, o quizás que ese día no fue. Pero que ella acaba volviendo.
JPR. Sí, que está tan perdida que va a
volver, porque no conoce otra cosa…
A mí el final abierto
me parece excelente y realmente creo que no quiero saber lo que pensáis
vosotros sobre qué es lo que va a suceder a continuación.
PS. Exacto, si eres optimista crees que
vuelve y si no, pues crees que no. También podría pasar al revés, no lo sé. Mi
tía que ha visto dos películas en los últimos veinte años, las dos que hice yo,
me dijo "Che, ¿cuándo vas ha hacer una película que tenga final?".
[risas] Hay gente que nos ha llamado vagos por cerrar la película de esa
manera… Cuando la idea es que cada uno se construya su final.
Antes habéis dicho que
lo que os gusta en cine os gusta mucho y lo que no, lo odiáis. Eso implica
tener gustos muy parejos, porque está claro que dos personas no sólo han de
entenderse muy bien para realizar una película, hace falta una misma búsqueda.
JPR. Nosotros nos conocimos viendo las
mismas películas, más que las películas, nos gustaban las mismas cosas que
veíamos en ciertas películas. Ninguno de nosotros soportamos el cine
latinoamericano sobre la pobreza "for export" de la que
hemos hablado antes. Está claro que no coincidimos siempre, pero si habláramos
contigo seguro que tampoco coincidiríamos. Creo que sólo podríamos coincidir
todos en una película, y es que a todos nos gusta ‘South Park’. [risas]
PS. ¿Viste ‘Meet the Feebles’, de
Peter Jackson?
Sí, la están poniendo
ahora aquí en el ciclo de Incorrectos.
PS. La vi ayer y me pareció brutal.
Es como los
"Teleñecos" de Hollywood, pero en plan hardcore… [risas]
JPR. A mí por ejemplo no me gusta nada ‘Trainspotting’,
y soy de los pocos que conozco a los que no les gusta. Me parece una película
publicitaria y con un humor que no me convence.
¿Se dirige bien una
película a dos manos?
JPR. Bueno, es que a estas alturas no
sabemos cómo se dirige de otra manera. Arrancamos trabajando así en la
universidad, más que un dúplex, como un equipo, con la misma fotógrafa, el
mismo montador, el mismo equipo técnico… La parte autoral somos nosotros, porque
somos coguionistas, pero todo el equipo que tenemos, muchos amigos nuestros, es
básico. Nosotros solos somos muy torpes, no dominamos todas las materias. A mí
me das una cámara de cine y no sabría por dónde se mira… [risas]. Es como
Jarmusch que decía que trabajaba con planos largos porque no sabía como montar
dos seguidos [risas].
En ‘Whisky’ os
fijáis mucho en los detalles, y a partir de ellos, se extrae información sobre
los personajes. Quizás para remarcar su soledad o para retratar su automatismo.
PS. Es un poco de las dos cosas. Parte
del ritmo es derivado del cómic, con los cortes, los planos detalle… Si miras
el cómic -storyboard- no se parece mucho a la película, pero el día
que nos empezamos a entender fue cuando leímos un cómic de Charles Walden. Nos
gustó la historia y los dibujos, desde allí extrajimos parte estética para la
película. La idea de completar la historia es también algo derivado del cómic.
De ahí sacamos la idea de los planos fijos y que vos tuvieras que juntar las
dos cosas.
JPR. El que haya una elipsis que tengas
que completar como espectador, eso en el cine me encanta.
Me imagino que lleváis
dando entrevistas toda la mañana y os habrán citado hasta la saciedad a
Kaurismaki…
PS. Sí, es que el dossier del festival
cita a Kaurismaki, y claro…
Bueno, así funciona la
prensa en los festivales. Si no se citara a Kaurismaki, ni la mitad de la gente
os hablaría de él. De todas maneras a mí el principio de la película sí que me
ha recordado a ‘La chica de la fábrica de cerillas’.
JPR. Pues esa película la vimos cuando
ya estábamos preparando para filmar.
PS. Sí, en ese momento ya estaba todo
el pescado vendido. Nos gustó mucho, pero ya teníamos definida nuestra
película. Nos pareció realmente increíble.
JPR. Sobre todo como mezcla esa sordidez
con el humor. Todo filmado como actos simples, sencillos, convencionales…
PS. Retrata muy bien el absurdo y la
simpleza para llegar a algo ascético.
JPR. Yo creo que Helsinki tiene que
parecerse bastante a Montevideo.
en Miradas del Cine, San Sebastián, 23 de
Septiembre de 2004
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