Silencioso en el borde del bosque se encuentra
un oscuro ciervo;
tenue acaba en la colina el viento del anochecer,
enmudece el lamento del mirlo,
y las suaves flautas del otoño
callan entre los juncos.
Sobre una nube negra
recorres ebrio de amapolas
el estanque nocturno,
el firmamento.
Siempre resuena la voz de luna de la hermana
a través de la noche espiritual.
Retrato de Georg Trakl, por Oskar Kokoschka
Geistliche Dämmerung
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