Una niebla de cenizas baña los cerrojos
en la casa del elefante y el gato egipcio
que duerme sobre el mundo sentado en un tonel.
Las tablas reverdecen sin prisas en los muros
y una ola de geranios anida entre los hierros
de raídas estrellas en las verjas oscuras.
Hay techos manchados que sollozan por el moho
y balcones azules tras la huella de un niño
brevemente detenido junto a la ventana.
Escaleras escasas aguardan las pisadas
que rescaten de la muerte perdidos follajes
donde el humo libera desteñidos fantasmas.
La calle vestida de negro va por el hombre
recogiendo su hermética mirada de ciego:
el hombre la sigue y ya no sabe a dónde va.
en El agua que me cerca, 1983
Desde el VI Encuentro Internacional de Poesía del Valle de Colchagua
Desde el VI Encuentro Internacional de Poesía del Valle de Colchagua
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