viernes, enero 28, 2011

"El revés de la trama", de Graham Greene

Fragmento



La solemnidad del crimen pesaba sobre su mente casi como una felicidad: aquello era acción por fin después de haber andado tanto tiempo confuso y a tientas.

Colocó el paquete a salvo en su bolsillo y entró a la iglesia llevando su propia muerte. Una vieja estaba encendiendo un cirio delante de la estatua de la Virgen; otra permanecía sentada con su cesto del mercado junto a ella y las manos cruzadas contemplando el altar. El resto de la iglesia permanecía vacío.

Scobie se sentó en la parte de atrás. No se sentía inclinado a orar. ¿Para qué? Si uno era católico, conocía todas las respuestas y ninguna oración era eficaz en estado de pecado mortal. Observó, sin embargo, a las dos mujeres con envidia. Ellas eran todavía habitantes del país que él abandonó.

He aquí lo que el amor humano le había hecho: le había robado al amor de la eternidad.










1948










No hay comentarios.: