A modo de introducción
El objetivo del presente texto es explicitar la concreción del proyecto político del sionismo, de la manera más prístina posible, por medio de citas bibliográficas. El sionismo político en tanto ideología progresista y teleológica, se ha convertido en un caso emblemático: “una profecía autocumplida”, que hasta el momento se desarrolla al interior de unos límites o márgenes conceptuales y prácticos que se ha dado ha si misma, en la cual lo judío se inscribe en una categoría que sobrepasa lo político. De esta forma, en el régimen israelí se entrecruzan e imbrican lo mundano (democracia electoral) y lo sagrado (mesianismo), el laicismo (de la mayoría de su población) y lo teocrático (estado judío).
“Lejos de ser socialistas, en realidad los fundadores de Israel, y consecuentemente la organización política que establecieron, eran profundamente antisocialistas, y estaban empeñados ante todo en la “conquista de la tierra y en la creación de la “autorrealización”. […]. “Después de 1948 la política respecto a los palestinos preveía claramente la desaparición de la comunidad o su anulación política, […].Después de 1967, la ocupación de Gaza y Cisjordania produjo un régimen civil y militar para los palestinos cuyo objetivo era la sumisión palestina y el dominio israelí, una extensión del modelo con el que funcionaba Israel” (1). (Edward W. Said).
Un breve recuento histórico de la discursividad sionista
“Se nos debe conceder la soberanía sobre una porción de la superficie de la tierra adecuada a nuestras necesidades y a nuestras justas ambiciones de pueblo: a todo lo demás ya proveeremos nosotros mismos”. (2). (Teodoro Herzl).
“Entonces, si los gobiernos se muestran dispuestos a conceder al pueblo judío la soberanía de algún territorio neutral, la Society entablará discusión sobre el territorio que ha de ser tomado en posesión. Dos países tienen que ser tomados en cuenta: Palestina y la Argentina” (3). (Teodoro Herzl).
“Si Su Majestad el Sultán nos diera Palestina, nos comprometeríamos a sanear las finanzas de Turquía. Para Europa formaríamos allí parte integrante del baluarte contra el Asia: constituiríamos la vanguardia de la cultura en su lucha contra la barbarie”. (4). (Teodoro Herzl).
“Al margen de la esperanza mesiánica surgió esa inclinación hacia soluciones finales de los problemas políticos, orientadas nada menos que al establecimiento de un paraíso en la Tierra” (5). (Hannah Arendt).
“Desde el día en que se creó el Estado de Israel, y que las puertas de Israel se abrieron a todos los judíos que quisieran vivir, todo judío religioso viola cada día los preceptos del judaísmo y de la Torah de Israel quedándose en la Diáspora”(6). (David Ben Gurión).
“La obligación colectiva de todas las organizaciones sionistas de los diferentes países de ayudar al Estado judío en toda circunstancia y de modo incondicional, incluso si esta actitud está en contradicción con las autoridades de sus naciones respectivas”. (7). (David Ben Gurión).
“No tenemos ninguna solución, tendréis que seguir viviendo como perros y el que quiere puede marcharse, y ya veremos adónde conduce ese proceso”. (8). (Moshé Dayán).
“En la práctica, los acuerdos de Oslo se fundamentaron en una base neocolonialista, una vida de dependencia de uno respecto del otro para siempre”. (9). (Shlomo Ben Ami).
“A los palestinos se les debe hacer entender, hasta en los más profundos rincones de su conciencia, que son un pueblo vencido”. (10). (Moshé Yaalon).
“La Corte Internacional de Justicia dictaminó el 9 de julio de 2004 que la construcción de la valla/muro israelí en Cisjordania es ilegal según el derecho internacional y pidió su derribo. Esta construcción, además, contribuye a producir graves violaciones de los derechos humanos”. (11). (Amnistía internacional).
Comentarios finales, léanse como apertura para la emancipación
“Sin una interpretación correcta de la historia es difícil, si no imposible, luchar eficazmente contra el fascismo”. (12). (Walter Benjamin).
Para desactivar la efectividad del dispositivo ideológico –sionismo- se debe preliminarmente constatar; que la tragedia moderna palestina es consecuencia de la consumación de un fundamentalismo teológico-político (13) y, por tanto, es una totalidad infragmentable y permanente desde 1948. Lo que no implica, necesariamente, un proceso político de captura irreversible, como si se tratase de una línea de tiempo progresiva e infinita, tal como se nos presenta la modernidad misma.
Queda en evidencia que el mesianismo religioso en el cual se encuentra inspirado el Estado de Israel, lo sitúa en los márgenes de lo político, más bien en el ámbito de lo sagrado y lo inmutable, fuera de los tiempos y de todo orden humano. Por esta razón, los argumentos terrenales (como el cumplimiento de las resoluciones de la ONU para que Israel se retire de los territorios ocupados), no poseen ningún sentido verdadero o justo para los miembros de aquella comunidad política, puesto que su legitimidad se construye a partir de la convicción, de que el pueblo judío ha sido elegido (entre todos los pueblos del mundo) como el pueblo elegido por Dios para ser depositario exclusivo de la tierra prometida, un fundamento divino que no tiene posibilidad de ser rebatido racionalmente, bajo ningún marco de negociación o dialogo. Crease o no, lo divino ha mutado en soberanía estatal.
Se hace menester, entonces, generar una pausa reflexiva y analítica para fraguar el punto de ruptura y así poder dislocar a dicho fundamentalismo mesiánico-político, que pretende colonizar los cuerpos y discursos palestinos, a ratos invisibilizados por la misma estructura política dominante(14), como condición para la emancipación.
Notas
(1) Said Edward W., Cincuenta Años de Desposesión, (original en The Guardian, 1998), Nuevas Crónicas Palestinas, Editorial Debolsillo, 2003.p. 73.
(2) Herzl Teodoro, El Estado Judío, Colección Sionismo, 1976, p.55.
(3) Herzl Teodoro, El Estado Judío, Colección Sionismo, 1976, p.57.
(4) Herzl Teodoro, El Estado Judío, Colección Sionismo, 1976, p.59.
(5) Arendt Hannah, Los orígenes del totalitarismo, Editorial Taurus, 2004, p. 127.
(6) Ben Gurión David, Jewish Newasletter (1961), Garaudy Roger, Palestina tierra de los mensajes divinos, Editorial Fundamentos, 1987, p. 322.
(7) Ben Gurión David, Tasks and character of a modern sionist (Jerusalem Post del 17 de agosto de 1952, y Jewish telegraphic Agency, (del 8 de agosto de 1951), Garaudy Roger, Palestina tierra de los mensajes divinos, Editorial Fundamentos, 1987, p. 323.
(8) En referencia a los palestinos. Dayán Moshé, citado por Beilin, Yossi:Mehiro shel I hud; Revivim(1985),Chomsky Noam, Estados Fallidos. El abuso de poder y el ataque a la democracia, Ediciones B, 2007, p. 222.
(9) Ben Ami Shlomo: Un lugar para todos (1998). Citado por Efraín Davidi: “Globalization and Economy”. Chomsky Noam, Piratas y Emperadores, Ediciones B, 2004, p. 292.
(10) Moshe Yaalon fue jefe del Estado Mayor de las fuerzas de defensa israelíes en el año 2002. Citado por: khalidi Rashid, Lo que usted no sabe sobre Gaza, [en línea], “http://www.abc.es/20090116/opinion-firmas/usted-sabe-sobre-gaza-20090116.html”, [consulta: 8 de marzo de 2009].
(11) Véase Amnistía Internacional, [en línea], http://www.es.amnesty.org/paises/israel-y-territorios-ocupados/el-muro-de-cisjordania/, [consulta: 20 de febrero de 2009].
(13) Löwy Michael, Walter Benjamin: Aviso de incendio, Editorial Fondo de Cultura Económica, 2002, p. 48.
(13) A modo de ejemplo, el mismo concepto de Holocausto, que ha sido instrumentalizado por el sionismo político para ganar adeptos y a las “opiniones públicas”, se vincula con el sacrificio de vidas por una causa divina (ámbito de lo sagrado) y no precisamente al genocidio de un grupo político y/o étnico.
(14) El poder opera no tan sólo por medio de la coacción física, sino también por medio de la desaparición política del “otro”. Contexto político en el cual a una determinada comunidad de individuos, se les arrebata la legitimidad para convertirse en un sujeto político y, por tanto, a existir como tales.
en Revista Hoja de ruta, marzo 2009
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