¡Ay! Se acerca el tiempo en que el hombre no lanzará ya por encima del hombre la flecha de su anhelo y en que las cuerdas de su arco no podrán ya vibrar. (…) Se acerca el tiempo en que el hombre no dará ya a luz estrellas; se acerca el tiempo del más despreciable de los hombres, del que no puede ya despreciarse así mismo. ¡Miren! Yo les muestro al último hombre. ‘¿Qué es eso de amor, de creación, de anhelo, de estrella?’ –así se pregunta el último y entorna los ojos. La tierra se tornará entonces más pequeña, y sobre ella andará a saltitos el último hombre, que todo lo empequeñece. (…) Han abandonado las comarcas donde era duro vivir, porque la gente necesita calor. Se ama todavía al vecino y se frota uno contra otro, porque la gente necesita calor. (…) Un poco de veneno alguna que otra vez; eso procura ensueños agradables. Y muchos venenos a la postre, para morir agradablemente. Se trabaja aún, porque el trabajo es distracción pero se procura que la distracción no debilite. (…) ¡Ningún pastor, y un solo rebaño! Todos quieren lo mismo, todos son iguales: el que piensa de otra manera va por su voluntad al manicomio. (…) Se es prudente y se está al tanto de todo lo acontecido: así cabe bromearse sin fin. Se disputa aún, pero se hacen las paces en seguida: lo contrario altera la digestión. No falta su poquito de placer para el día y su poquito de placer para la noche; pero se respeta la salud.
1883-1885
Contribución a Dscntxt de Roberto Marconi
1 comentario:
http://www.youtube.com/watch?v=Fzp7iCaWNvE&feature=related
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