miércoles, diciembre 30, 2009

Entrevista a María Luisa Bombal, de Carmen Merino






María Luisa Bombal ha regresado a Chile después de diecinueve años de ausencia. Su nombre no ha sido olvidado en la literatura chilena, a pesar de que las ediciones de La amortajada y La última niebla, han desaparecido hace años de las librerías del país. El tiempo no ha pasado por María Luisa. Su voz, siempre de tono dulce, va entregando las respuestas de la entrevista, con viveza y sinceridad.

¿Cuál es el motivo de su viaje a Chile, después de tantos años de ausencia?
Hace más o menos dos años escribí para la Revista de Viña del Mar, unas breves páginas sobre mi recuerdo de esa ciudad. Y resulta que a medida que fuera escribiendo, me iba acometiendo una gran nostalgia de Viña, mi pueblo natal, como se dice. Nostalgia que siguió enseguida trabajándome hasta convertirse en una nostalgia de talle entero, de su cordillera y de su gente, de sus escritores y poetas, de sus álamos que tiemblan al hablarnos, de mis amigos, de mi madre… en fin, nostalgia que en inglés se llama to be homesick… Pero no es esta razón de puro lujo sentimental, el único motivo de mi viaje. He venido además a conversar con don Carlos (Carlos George Nascimento) acerca de la reedición de mis libros que están totalmente agotados desde hace años. Por breve que sea mi obra literaria, no quisiera verla morir conmigo un día de éstos…

¿Qué impresión recibe de Chile, después de tantos años de alejamiento?
Una primera, mi impresión fue la de descanso: el gran descanso que da el trato con gente inteligente. Y luego la “alegría de vivir” que da moverse en un ambiente en donde la música, arte, literatura y espíritu, son considerados como una primera necesidad, una necesidad de orden vital. También me conmueve el comprobar que no se me ha olvidado completamente, ni como escritora ni como persona.

María Luisa sonríe. Recuerda que a su llegada se acercaron a ella amigos y los admiradores de sus obras. Las nuevas generaciones que habían oído hablar de la escritora chilena e incluso en los cursos de literatura chilena, habían sido aconsejadas a leer sus obras, que inútilmente buscaban en las librerías, se acercan para conocerla. Este homenaje lo recibe María Luisa con sorpresa, emocionada.

¿Qué obra nueva va a publicar en Chile?
Una novela que don Carlos (Nascimento) aguardaba desde hace años, El Canciller. Una tragedia de hoy, y, sin embargo, romántica. Una historia terrible, y sin embargo constructiva. Por lo menos así lo siento, y creo haber logrado expresarla.

En reiteradas ocasiones se ha afirmado que María Luisa deseaba nacionalizarse norteamericana. Esto le daría privilegios en el país en que reside.

¿Por qué no se ha nacionalizado norteamericana?
Bueno, admiro, respeto y creo en los Estados Unidos como nación, además me arraigan a ella tantos lazos… Mi marido, mi hija son norteamericanos. Pero no me he nacionalizado por la sencilla razón de que soy chilena, y bastante orgullosa de serlo.

La hija de María Luisa, Brigitte, que recién cumple 17 años, estudia investigaciones científicas en la Universidad de Cornell. La autora, que describe ambientes tan espirituales, que lindan en la fantasía de las sensaciones, tiene una hija que ha obtenido las mejores notas en matemáticas y ciencias, en todo el Estado de Nueva York.

La pureza de estilo que María Luisa posee en sus escritos, es lo que ha hecho que Universidades como B. Mawr, Vassar, Cambridge, Middlebury, Nueva York y Puerto Rico, entre otras, usen sus textos para la enseñanza del idioma castellano. Puede ser el secreto que dará perduración a su obra, para que “no muera un día de éstos”, como dice la escritora.







La Nación. Santiago de Chile. 31 de diciembre de 1961












1 comentario:

Anónimo dijo...

como se llama los 3 caballeros que se casaron con ella