Fragmento
Las flores se abren en las manos de la bailarina y los pájaros salen volando de las yemas de los dedos; el cuerpo se balancea, unas veces con orgullo y otras con devoción y cada músculo del rostro se transforma, los ojos se mueven en lisonjas o desdén y las cejas expresan horror o recelo, aunque todo el rostro expresa sensaciones diferentes y, a menudo, contrarias, todo al mismo tiempo. Tal danza-drama, siguiendo los matices más delicados de una pieza musical o de un poema, a través del vehículo de un cuerpo es, probablemente, algo sin parangón en ningún otro arte.
1936
1 comentario:
Es un libro precioso, te transporta a otra época, a otro país, otra vida, desgraciadamente los problemas que sufren hoy en día son los mismos.
Carolina.
Publicar un comentario