viernes, enero 30, 2009

Entrevista a Freddy Musri, de Ignacio Molina






Freddy Musri tuvo sus primeros acercamientos a la música punchi-mental durante su estadía en el país de Zinedine Zidane, donde, con la grata compañía de una manada de amigotes, asistía a la mayor cantidad de fiestas acid-house que se organizaban en aquellas tierras. El pulsar de los beats y la delirante ascensión de la melodía que descubrió en el trance, lo motivó a comprar -y coleccionar- sus primeros vinilos. Su deseo era escuchar desde la tranquila comodidad de su hogar los temas que pasaban sus DJs franchutes favoritos. Comenzaba un primer romance con la música electrónica y un nuevo giro en la vida de Musri. De raver a melómano. Y de melómano a DJ.

Al llegar a Chile, a finales de los noventa, Freddy se puso a discjokear en las fiestas Full Moon, que destacaban por ser al aire libre y abarcar las tendencias más volátiles de la electrónica, como son el progressive house, el ambient y el trance. Con las gotas de sudor cayendo sobre los crossfaders y un puñado de agujas gastadas de tanto pinchar discos, se ganó una residencia en los clubs La Feria y La Salita, lugares en los que percibió como se creaba la incipiente movida local.

¿Cómo fue la llegada desde Francia a Chile, en términos de escena musical? ¿Y qué impresiones tienes de la movida local actual y su crecimiento?
Al principio fue un poco difícil pues no sabía muy bien quién andaba en la misma onda que yo… En ése tiempo yo estudiaba cine y cuando llegué a Chile entré a estudiar en una escuela en donde conocí a varios amigos que escuchaban la misma música que yo. Al poco tiempo comencé a ir a las fiestas Barracudas, a frecuentar la disquería de Hugo Chávez, y a juntarme con la gente que hacía las “Fiestas de luna llena” fuera de Santiago, y todo ese rollo. En ése tiempo había mucha magia y muy buenos amigos –ahora desparramados por el mundo. Era una época de juntarnos frecuentemente, escuchando música y compartiendo. Ahora siento que la cosa va mutando y avanzando, como todo. Y no me molesta el cambio, es más, lo abrazo al máximo y me gusta mucho que haya gente nueva poniendo energía al baile y a la música.

Uno de esos amigos era Rodrigo Castro (aka Tec), quien lo invitó a participar en el primer compilado de su sello Condormusic, el que incluía también a personajes como Miguel Tutera, Andres Bucci y Ud. No! .

¿Cómo se produce la colaboración con los cabros de Condormusic? ¿Llegaste a participar de alguno de sus Showcases?
A Condormusic llegué porque somos muy amigos con Rodrigo Castro y justo en ese tiempo estaba produciendo mis primeros tracks. En esa época yo sabía muy poco acerca de producción y casi nada de conocimientos musicales… ¡Me movía con la pura paila de oro que Dios me dio! (Risas). Por aquellos días yo dejoteaba en el Club Supersalón, en el que se hacían unas fiestas descomunales donde terminábamos bailando hasta con los muebles. Como me gustaba tanto la música me tiré al agua y comencé a mostrar lo que hacía a mis amigos, entre ellos a Tec, quien me dio unos consejos súper valiosos apoyándome harto al comienzo. Yo iba a su estudio y le mostraba lo que estaba haciendo… De ahí salió la colaboración para el compilado La Selección Chilena de Condormusic y también la participación en algunos showcase del sello.

Con la llegada del 2000, emigraste a las vertientes minimaloides, editando luego de varios años de carrete en vivo, el EP Tundra (al alero de Pueblo Nuevo) disco con el que llegaste a participar en el Showcase que dieron los abanderados de Mika Martini en el Muelle Barón para el primerizo Mutek del 2005.
El Showcase de Pueblo Nuevo en el Mutek del 2005 estuvo genial, con esto te resumo mi experiencia: cuando Mika Martini comienza a tocar “Why no?”, yo pensé: “Es un orgullo estar al lado de estos artistas tan increíbles (Martini, Djef y Hans Carstens)”. La música me paraba los pelos y sonaba genial, desplegándose en su totalidad.

“Los nerds flirtean en la disco” (que aparece en el compilado Pueblo Nuevo, Primer Aniversario) es uno de tus mejores temas. Y su nombre no es en vano. Tan peculiar título tiene sus orígenes en una interesante lectura de la fauna habitué a las pistas de baile, ¿no?
Siempre que voy a tocar a los clubes, veo las distintas interacciones que se producen entre la gente cuando bailan, están las chicas ultra posers y producidas que no miran a nadie y se creen la muerte, pero que en el fondo si pasas la barrera del traje egocéntrico puedes ver lo bellas y vulnerables que son. Y están los chicos ultra nerds que van porque pelan el cable con la música, pero no tienen el cuerpo ni el dinero de Brad Pitt, y ven a estas chicas lindas desde lejos pensando que nunca las conocerán. Lo interesante es que bailar es algo irracional y a la vez genuinamente comunicacional y expresivo, entonces el nerd puede flirtear y comunicarse en esencia con la chica linda pues en el dancefloor somos todos iguales. Ésa es la comunión del baile y la celebración: cuando bailamos nos desnudamos y nos mostramos tal cual somos. Ahora, ¿cuán lejos te puedes desnudar ante los demás? Yo siento esto: Baile + Música = Estoy amándote y me estoy amando.

Biological Support, tu segundo EP lo editaste con los alemanes de Tropic. ¿De qué forma llegaste a ese Netlabel?
A Tropic, llegué porque a Daniel, el dueño del sello, le gustó el EP de Tundra y me propuso sacar algo por su sello, escuché lo que hacían y me encantó. Así que le mandé material para editar Biological Support. Ahora con relación a los discos Tundra y Biological Support, éstos corresponden a un momento de destape de emociones y de búsqueda personal. De hecho era un poco terrible, porque cada vez que me gustaba un tema o una figura armónica que estaba creando me ponía a llorar a mares, pues me metía tanto en lo que estaba haciendo que todo desaparecía y me encontraba con todo lo que tenía oculto adentro, bueno y malo. Así que fue un período de mucha limpieza y melancolía. Y eso lo noté cuando, por ejemplo, me llegaban mails de Rusia diciéndome lo mucho que les había llegado la música. Fue una satisfacción sentirse conectado en las emociones con gente de culturas tan distintas.

El último trabajo de Musri es el LP Chispoort, el que editó mediante el sello barcelonés Fueradeserie! (propiedad del chileno Men-t-zero) y que cuenta con distribución mundial por beatport.com, el portal de venta de música electrónica virtual más importante de hoy en día. ¿Cómo se gestó este nuevo LP?
Chispoort se gestó por una conjunción de cosas… Yo andaba buscando casa disquera donde editar mi música, y Men-t-zero había escuchado lo último que estaba haciendo en casa de unos amigos en Barcelona. A los días me escribió diciéndome que le había gustado lo que había escuchado y preguntando si tenía más material similar. De esta manera empezamos a trabajar en conjunto vía red y después él viajó a Chile. Seguimos ajustando detalles hasta que salió el crío que se llama Chispoort, un Long Play editado en digital por ahora. Más adelante veremos si sale en CD. Salió hace un mes y me tiene muy contento.

En tu Myspace tienes un remix del tema “Acaso quieres venir” de Los Updates!. ¿Cuál es la historia tras esa remezcla?
En mi Myspace Jorge (González) dejó unos comentarios muy positivos acerca de lo que yo estaba haciendo en ese momento, entonces le escribí de vuelta agradeciéndole su apoyo, contándole que hace poco me había comprado el EP que había salido de ellos en Chile. Ahí venían archivos para hacer remixes, así que le dije que le haría un regalo y le remixé el tema “Acaso quieres venir”. A Jorge le encantó y ahora estamos a la espera de que salga en vinilo por un nuevo sello chileno, antes de fin de año.

Y a propósito de fin de año, ¿qué planes tienes para lo que queda?
Hacer mucha música, y humildemente tratar de ser una bendición viviente para el que se cruce en mi vida.

¿Cuál fue tu primer acercamiento con la música electrónica y cómo esto fue generando que hoy en día te dediques a ella?
Después de un tiempo de estar estudiando cine me fui de viaje a Francia (’92-’93). Ahí me quedé un rato y tuve los primeros contactos con el acid house y el techno, fui a muchas fiestas y compré música que me traje a Chile. Antes de eso escuchaba mucho Depeche Mode, A Certain Ratio y grupos industriales. Lo que me impresionó de esta música nueva, fue que mis oídos estaban escuchando algo muy distinto a lo que estaba acostumbrado. Desde siempre fui muy melómano. Entre los 12 y los 20 años tragué mucho rock sinfónico, grupos como Jethro Tull , Yes, Emerson Lake & Palmer, entre otras cosas. Luego aluciné al escuchar los teclados típicos del rock sinfónico utilizados de una manera muy diferente. Al mismo tiempo me pasaba que no encontraba ninguna música actual que me volara la cabeza. No me sentía parte de nada en el aspecto musical porque los artistas que escuchaba eran 20 ó 30 años más viejos que yo… ¡Y muchos ya estaban muertos! Así que cuando llegué al house y al techno y todo este rollo, realmente me sentí que era parte de algo.

Al volver a Chile organizábamos muchas fiestas en el desierto o en Elqui. Lo pasábamos muy bien y una cosa unió a la otra. Comencé a dejotear y después en el ’98 no daba más y lo único que quería era hacer música, aunque me costó al principio porque estaba en un rollo castanediano de no acumular cosas. Y ser DJ y -posteriormente- músico, equivalía a ser un consumidor de música empedernido… Lo divertido es que ahora tengo mi casa llena de música, libros y aparatos para hacer música y simplemente comparto y disfruto lo que tengo cuando mis amigos vienen acá.

¿Qué te parece la crítica que se le hace a la música electrónica de ser poco humana debido a que es originada mediante máquinas y/o softwares?
Contestar a esta pregunta es comenzar un ejercicio egocéntrico-intelectual que es lo que más nos satisface a la mayoría de los músicos. Escuchar nuestra propia voz lanzando al aire frases inteligentes sobre éste u otros temas nos hace ver “estrellitas de felicidad”. Por algo somos personas que nos paramos sobre un escenario, para de una u otra manera ser adulados, escuchados u odiados (recordemos que el golpe es algo muy parecido a la caricia, sólo que está distorsionada). En el fondo, unos nenes carentes de afecto o seguridad en sí mismos, aunque hay grandes excepciones. Ahora, esta pregunta es algo parecido a la crítica de decir que los laptoptistas son una lata y que una banda en vivo es lo mejor. He escuchado a tipos con un computador arriba de un escenario haciendo música de los dioses y bandas ultra virtuosas que no me mueven ni un pelo, y viceversa. Lo que importa es la música y lo que te hace sentir. Si traslado mi seguridad de lo que hago a la voluble opinión de los demás, me vuelvo loco. Yo hago y performo la música a mi pinta, primero por mi propio disfrute y sentir interior. Ahora, si hay alguien que vibra con lo que hago, está más que bienvenido. Y si hay otro que quiera teorizar y opinar acerca de lo que se hace y cómo se hace, mejor aún. Por último, ya no es necesario defender la música hecha mediante tecnologías de punta.

Hoy en día es posible hablar de un movimiento de músicos electrónicos chilenos que triunfa en Europa. ¿A qué crees que se debe el interés internacional tanto de sellos como de fans en ellos?
A mucho trabajo y dedicación.

¿Crees que es posible formar un sello a nivel nacional que sea sustentable económicamente?
Si ese sello nacional incluye como potenciales clientes a gente de otros países y continentes, claro que sí.

Una alternativa a los sellos a nivel de difusión son los sellos virtuales (Netlabels) ¿Estás actualmente en uno?
Sí, chilenos, alemanes y griegos.

¿Crees que el futuro va dirigido hacia ese lado?
Generalmente no pienso en el futuro, elijo pensar en lo que tengo que hacer ahora para que las cosas sucedan y siento que sólo depende de lo que tengas en mente. ¿Quiero vender mi música en mp3? Voy y lo hago. ¿O sólo vinilo? ¿O casette, o cd? ¿O la regalo mejor? ¿Quiero vivir de lo que me gusta o no? Basta que un grupo de gente se reúna y tome acuerdos para que “el futuro de la música” vaya hacia donde queremos y no llevados por una corriente que no controlamos. Power to the people…. but intelligent people.

Para finalizar algunos músicos que recomiendes dentro de la música electrónica chilena actual.
Adoro a: Sokio, Alejandro Vivanco, Tonossepia, Djef, Mika Martini y todo el catálogo Pueblo Nuevo (la familia es lo primero), Andes Music (ojo que Allendes y cía. sacan música en vinilo, eso es invaluable), Pier y Andrés Bucci, Vicente Sanfuentes, Van, Max Pérez, Plug Plix, la familia No Mucho, (¡muy buenos!), Augias Mena, Tigermilk, The Jhabas (Felipe Venegas y cía), Aldo Cádiz, Tec y por supuesto Villalobos, Luciano, Dandy Jack, Matías Aguayo y varios que se me escapan ahora.








en Discorder Magazine, octubre de 2008.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

hasta ahora yo visitaba este blog, pero después de esta frivolidad lo dudo,

Freddy Musri dijo...

pero perrito "anónimo"...no se enoje ya?, como ud puede ver en este blog hay una gran sabiduría. Se puede hablar de música, libros, poesía, filosofía, cine y tv. Desde Antonin Artaud y Roland Barthes, hasta mi humilde trabajo que fluye incesantemente por toda la nación internet de aquí a Europa y Asia ;)
El punto es que no porque no te gustó una entrevista o mi trabajo vas a desechar el blog entero no?.
Entrar a defender mi música o enojarme contigo sería ridículo...o enumerar los cientos de prejuicios y frustraciones que se desprenden de tu frase y por ende nublan tu cabecita sería cruel. Lo único que puedo decirte es que sigas visitando este maravilloso lugar y ojalá tuvieras la dicha de conocer al autor de este espacio, porque este blog es como el sol...brilla para todos sin discriminación!

bendiciones.