jueves, diciembre 25, 2008

"La pesadilla antes de Navidad", de Tim Burton

Poema original de El extraño mundo de Jack / Traducción de Juan Carlos Villavicencio





Era tarde un otoño en la tierra de Halloween
y el aire era bastante escalofriante.
Enfrente de la luna un esqueleto se sentó,
Solo sobre un cerro.
Él era alto y delgado y tenía una corbata con forma de murciélago;
Jack Skellington era su nombre.
Estaba aburrido y cansado en la tierra de Halloween.

“Estoy harto del susto, del terror y del miedo.
Estoy cansado de ser algo que anda violento en la noche.
Estoy aburrido de mirar con lascivia mis horribles miradas
Y duelen mis pies de bailar aquellas danzas de esqueletos.
No me gustan los cementerios y necesito algo nuevo para mí.
Debe haber más vida que sólo dar alaridos como '¡Bu!'”

Entonces desde una tumba, con un rizo y un giro,
Apareció una neblina gimoteando, quejumbrosa y espectral.
Era un pequeño perro fantasma, con un débil y pequeño ladrido,
y una linterna-nariz con cara de calabaza brillando en la oscuridad.
Era el perro de Jack, Zero, el mejor amigo que tenía,
Pero Jack apenas lo notó, lo que puso triste a Zero.

Toda esa noche y durante el próximo día,
Jack vagó y caminó.
Él estaba completamente consternado.
Entonces en lo profundo del bosque, justo antes de la noche,
Jack encontró inesperadamente una asombrosa vista.
No a más de veinte pies del punto donde se encontraba
Habían tres macizas puertas talladas en el bosque.
Él se paró ante ellas, completamente atemorizado,
Fija su mirada quedó atónita por una puerta en especial.
Encantado y emocionado, con una leve sensación de inquietud,
Jack abrió la puerta a una nevisca blanca, ventosa.

Jack no lo sabía, pero había caído
en el centro de un lugar llamado Pueblo de Navidad.
Inmerso en la luz, Jack ya no estaba angustiado.
Finalmente había encontrado el sentimiento que quería.
Y para que sus amigos no pensaran que era un mentiroso,
Tomó las medias llenas de regalos que colgaban junto al fuego.
Tomó dulces y juguetes que estaban apilados en las repisas
Y una imagen de Santa con todos sus duendes.
Él tomó luces y ornamentos y la estrella del árbol,
Y del letrero del Pueblo de Navidad, tomó la gran letra N.

Agarró todo lo que burbujeaba o brillaba.
Tomó incluso un puñado de nieve.
Cogió todo y, sin ser visto,
Se llevó todo a Halloween.

De regreso en Halloween un grupo de pares de Jack
Miraron con asombro los recuerdos navideños.
Para esta maravillosa visión ninguno estuvo preparado.
La mayoría se emocionó, ¡aunque algunos quedaron
            bastante aterrados!

Durante los próximos días, mientras fulguraba y relampagueaba,
Jack se sentó solo y se preguntó obsesivamente.
“¿Por qué ellos esparcen risas y alegría
Mientras nosotros acechamos cementerios, esparciendo pánico
            y miedo?
Bueno, ¡yo podría ser Santa y podría esparcir alegría!
¿Por qué él tiene que hacerlo año a año?”
Ofendido por la injusticia, Jack pensó y pensó.
Luego él tuvo una idea: “Sí... sí... ¡por qué no!”

En el Pueblo de Navidad, Santa estaba haciendo algunos juguetes
Cuando entre el estruendo oyó un suave sonido.
Abrió la puerta y, para su sorpresa,
Vio extrañas pequeñas criaturas en raros disfraces,
Eran completamente feos y más bien pequeños.
Mientras abrían sus sacos, gritaban “¡Truco o trato!”
Luego un confundido Santa fue empujado dentro de un saco
Y llevado a Halloween para ver a Jack el adalid.

En Halloween se reunieron todos una vez más,
Nunca antes habían visto a Santa
Y mientras cautelosamente miraban al extraño viejo
Jack relató a Santa su plan maestro:
“Mi querido Sr. Claus, ¡pienso que es un crimen
Que tú tengas que ser Santa todo el tiempo!
Pero ahora yo daré regalos y esparciré alegría.
Estamos cambiando lugares, yo seré Santa este año.
Seré yo quien diga ¡Feliz navidad para ti!
Así podrás tenderte en mi ataúd , rechinar puertas y gritar: ‘¡Bu!’
Y por favor, Sr. Claus, no piense mal de mi plan,
Porque haré el mejor trabajo de Santa que yo pueda.”

Y aunque Jack y sus amigos pensaban que harían un buen trabajo,
Su idea de Navidad era bastante macabra aún.
Estaban preparados y listos en vísperas de Navidad
Cuando Jack amarró sus renos a su lustroso trineo-ataúd,
Pero en vísperas de Navidad cuando estaban a punto de empezar,
Una niebla de Halloween lentamente llegó.
Jack dijo, “No podemos irnos; esta niebla es demasiado espesa.
No habrá Navidad y no podré ser San Nicolás.”
Después una pequeña luz incandescente atravesó la niebla.
¿Qué podría ser?... ¡Era Zero, el perro de Jack!

Jack dijo, “Zero, con tu nariz tan brillante,
no guiarías esta noche mi trineo?”

Y era el gran sueño de Zero ser tan necesitado,
Así es que voló alegremente a la cabeza del equipo.
Y conforme el esquelético trineo comenzaba su viaje fantasmal
Jack carcajeaba, “Feliz Navidad a todos y a todos una buena noche!”

Ésa fue la pesadilla antes de Navidad y, por toda la casa,
Ni una criatura tuvo paz, ni siquiera un ratón.
Colgadas todas las medias en la chimenea con cuidado,
¡Cuando se abriesen esa mañana causarían un pánico total!
Los niños, todos abrigados tan cómodos en sus camas,
Tendrían pesadillas de monstruos y cráneos.
La luna que colgaba sobre la nieve recién caída
Arrojó un fantasmagórico velo mortuorio allá abajo sobre la ciudad
Y la risa de Santa Claus ahora sonó como gemidos,
Y las campanas tintinearon como huesos charlatanes.
Y qué aparecería ante sus ojos pensativos,
Si no un ataúd como trineo con el esqueleto de un ciervo.
Y un esquelético conductor tan feo y macabro
Que ellos supieron enseguida, ¡ése no puede ser San Nicolás!
De casa en casa, con una sincera alegría,
Jack felizmente repartía cada juguete y regalo.
De tejado en tejado él saltaba y brincaba,
¡Dejando regalos que parecían traídos de una cripta!
Ignorando que el mundo estaba en pánico y aterrado,
Jack felizmente desplegaba su estilo propio de alegría.

Visitó la casa de Susie y Dave;
Obtuvieron un “Gumby y Pokey” de la tumba.
Luego en el hogar de la pequeña Jane Neeman;
Obtuvo una muñeca por un demonio poseída.
Un monstruoso tren con tentáculos como vías,
Una morbosa marioneta empuñando un hacha,
Una planta come hombres disfrazada de guirnalda
Y un oso/vampiro de peluche con dientes del todo afilados.

Había gritos de terror, pero Jack no los escuchó
¡Estaba demasiado comprometido con su propio espíritu Navideño!
Jack finalmente miró hacia abajo desde sus oscuros y
            estrellados miedos
Y vio el alboroto, el ruido y la luz.
“Por esta razón están celebrando, ¡se ve tan divertido!
Están agradeciéndome por el buen trabajo que he hecho.”
Pero lo que pensó eran fuegos artificiales significando bondad
Eran balas y misiles que intentaban matar.
Luego en medio de la cortina de fuego de artillería,
Jack instó a Zero a ir más y más alto.
Y volaron lejos todos ellos como tormenta de un cardo
hasta que fueron golpeados por un bien teledirigido misil.
Y mientras caían en el cementerio, fuera de cualquier vista,
Fue escuchado: “Feliz Navidad a todos, y a todos una buena noche.”

Jack se subió a una gran cruz de piedra
Y desde ahí revisó su increíble pérdida.
“Pensé que podía ser Santa, tenía tanta fe”.
Jack estaba confundido y lleno de una gran pena.
No sabiendo hacia donde voltear, miró hacia el cielo
Y luego se desplomó sobre la tumba y comenzó a llorar.

Y mientras Zero y Jack permanecían deshechos en el suelo
De pronto oyeron un sonido familiar.

“Mi querido Jack,” dijo Santa, “aplaudo tu intento.
Sé que haber causado tales estragos no era lo que querías
Y por eso estás triste y sintiéndote bastante deprimido,
Pero arrebatar Navidad fue algo equivocado.
Espero que te des cuenta que Halloween es el lugar adecuado para ti.
Hay mucho más, Jack, que me gustaría decir,
Pero ahora debo apurarme, porque ya casi es Navidad.”
Después saltó dentro de su trineo y con el guiño de un ojo,
Dijo: “Feliz Navidad,” y les ofreció un buen adiós.

De vuelta a casa, Jack estuvo triste, pero luego, como en un sueño,
Santa trajo la Navidad a la tierra de Halloween.





1993






Traducción dedicada a Ignacia Viñes







The Nightmare before Christmas

It was late one fall in Halloweenland,/ and the air had quite a chill./ Against the moon a skeleton sat,/ alone upon a hill./ He was tall and thin with a bat bow tie;/ Jack Skellington was his name./ He was tired and bored in Halloweenland.// “I'm sick of the scaring, the terror, the fright./ I'm tired of being something that goes bump in the night./ I'm bored with leering my horrible glances,/ And my feet hurt from dancing those skeleton dances./ I don't like graveyards, and I need something new./ There must be more to life than just yelling, 'Boo!'"// Then out from a grave, with a curl and a twist,/ Came a whimpering, whining, spectral mist./ It was a little ghost dog, with a faint little bark,/ And a jack-o'-lantern nose that glowed in the dark./ It was Jack's dog, Zero, the best friend he had,/ But Jack hardly noticed, which made Zero sad.// All that night and through the next day,/ Jack wandered and walked./ He was filled with dismay./ Then deep in the forest, just before night,/ Jack came upon an amazing sight./ Not twenty feet from the spot where he stood/ Were three massive doorways carved in wood./ He stood before them, completely in awe,/ His gaze transfixed by one special door./ Entranced and excited, with a slight sense of worry,/ Jack opened the door to a white, windy flurry.// Jack didn't know it, but he'd fallen down/ In the middle of a place called Christmas Town!/ Immersed in the light, Jack was no longer haunted./ He had finally found the feeling he wanted./ And so that his friends wouldn't think him a liar,/ He took the present filled stockings that hung by the fire./ He took candy and toys that were stacked on the shelves/ And a picture of Santa with all of his elves./ He took lights and ornaments and the star from the tree,/ And from the Christmas Town sign, he took the big letter C.// He picked up everything that sparkled or glowed./ He even picked up a handful of snow./ He grabbed it all, and without being seen,/ He took it all back to Halloween.// Back in Halloween a group of Jack's peers/ Stared in amazement at his Christmas souvenires./ For this wondrous vision none were prepared./ Most were excited, though a few were quite scared!// For the next few days, while it lightninged and thundered,/ Jack sat alone and obsessively wondered./ “Why is it they get to spread laughter and cheer/ While we stalk the graveyards, spreading panic and fear?/ Well, I could be Santa, and I could spread cheer!/ Why does he get to do it year after year?”/ Outraged by injustice, Jack thought and he thought./ Then he got an idea. “Yes. . .yes. . .why not!”// In Christmas Town, Santa was making some toys/ When through the din he heard a soft noise./ He answered the door, and to his surprise,/ He saw weird little creatures in strange disguise./ They were altogether ugly and rather petite./ As they opened their sacks, they yelled, “Trick or treat!”/ Then a confused Santa was shoved into a sack/ And taken to Halloween to see mastermind Jack.// In Halloween everyone gathered once more,/ For they'd never seen a Santa before/ And as they cautiously gazed at this strange old man,/ Jack related to Santa his masterful plan:/ “My dear Mr. Claus, I think it's a crime/ That you've got to be Santa all of the time!/ But now I will give presents, and I will spread cheer./ We're changing places I'm Santa this year./ It is I who will say Merry Christmas to you!/ So you may lie in my coffin, creak doors, and yell, 'Boo!'/ And please, Mr. Claus, don't think ill of my plan./ For I'll do the best Santa job that I can.”// And though Jack and his friends thought they'd do a good job,/ Their idea of Christmas was still quite macabre./ They were packed up and ready on Christmas Eve day/ When Jack hitched his reindeer to his sleek coffin sleigh,/ But on Christmas Eve as they were about to begin,/ A Halloween fog slowly rolled in./ Jack said, “We can't leave; this fog's just too thick./ There will be no Christmas, and I can't be St. Nick.”/ Then a small glowing light pierced through the fog./ What could it be?. . .It was Zero, Jack's dog!// Jack said, “Zero, with your nose so bright,/ Won't you guide my sleigh tonight?”// And to be so needed was Zero's great dream,/ So he joyously flew to the head of the team./ And as the skeletal sleigh started its ghostly flight,/ Jack cackled, “Merry Christmas to all, and to all a good night!”// 'Twas the nightmare before Christmas, and all though the house,/ Not a creature was peaceful, not even a mouse./ The stockings all hung by the chimney with care,/ When opened that morning would cause quite a scare!/ The children, all nestled so snug in their beds,/ Would have nightmares of monsters and skeleton heads./ The moon that hung over the new-fallen snow/ Cast an eerie pall over the city below,/ And Santa Claus's laughter now sounded like groans,/ And the jingling bells like chattering bones./ And what to their wondering eyes should appear,/ But a coffin sleigh with skeleton deer./ And a skeletal driver so ugly and sick/ They knew in a moment, this can't be St. Nick!/ From house to house, with a true sense of joy,/ Jack happily issued each present and toy./ From rooftop to rooftop he jumped and he skipped,/ Leaving presents that seemed to be straight from a crypt!/ Unaware that the world was in panic and fear,/ Jack merrily spread his own brand of cheer.// He visited the house of Susie and Dave;/ They got a Gumby and Pokey from the grave./ Then on to the home of little Jane Neeman;/ She got a baby doll possessed by a demon./ A monstrous train with tentacle tracks,/ A ghoulish puppet wielding an ax,/ A man eating plant disguised as a wreath,/ And a vampire teddy bear with very sharp teeth.// There were screams of terror, but Jack didn't hear it,/ He was much too involved with his own Christmas spirit!/ Jack finally looked down from his dark, starry frights/ And saw the commotion, the noise, and the light./ “Why, they're celebrating, it looks like such fun!/ They're thanking me for the good job that I've done.”/ But what he thought were fireworks meant as goodwill/ Were bullets and missiles intended to kill./ Then amidst the barrage of artillery fire,/ Jack urged Zero to go higher and higher./ And away they all flew like the storm of a thistle,/ Until they were hit by a well guided missile./ And as they fell on the cemetery, way out of sight,/ Was heard, “Merry Christmas to all, and to all a good night.”// Jack pulled himself up on a large stone cross,/ And from there he reviewed his incredible loss./ “I thought I could be Santa, I had such belief”/ Jack was confused and filled with great grief./ Not knowing where to turn, he looked toward the sky,/ Then he slumped on the grave and he started to cry.// And as Zero and Jack lay crumpled on the ground,/ They suddenly heard a familiar sound.// “My dear Jack,” said Santa, “I applaud your intent./ I know wreaking such havoc was not what you meant./ And so you are sad and feeling quite blue,/ But taking over Christmas was the wrong thing to do./ I hope you realize Halloween's the right place for you./ There's a lot more, Jack, that I'd like to say,/ But now I must hurry, for it's almost Christmas day.”/ Then he jumped in his sleigh, and with a wink of an eye,/ He said, “Merry Christmas,” and he bid them good bye.// Back home, Jack was sad, but then, like a dream,/ Santa brought Christmas to the land of Halloween.//









2 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias por el regalo, amor hermoso

Unknown dijo...

Siempre me ha enternecido como la oscuridad más temprano que tarde, nos enseña todo lo linda que es, lo melnacolicaa, sensible y sombríamente destellante que alborota. Esta podría ser una descripción de la Ignacia. Que lindo suspiro de amor jun k ..un beso para los dos...