jueves, septiembre 11, 2008

"Treno por las víctimas de Hiroshima", de Juan Carlos Villavicencio





Mis palabras no tienen amargura sino decepción.
Salvador Allende



Aún persisten en las murallas los gritos
            i el caos que se dieron entre sombras.
Solo en su rincón recuerda los pasos seguidos
                        i el sol levantándose ese oscuro día.
Nada debió pasar.
En los jardines sólo sangre i escombros de naranjos.
El calor en los rostros sin caras.
Los pájaros han dejado de cantar
            i han tornado sus ojos al acero.
Un pájaro.
Los aires han cambiado otra vez.
Ellos miran a través del tiempo a los fantasmas,
que miran desde el otro lado del espejo ardiente
            el espanto de un mundo continuamente ajado.
Las cenizas que entran por las narices carcomen
                        por dentro a vírgenes i culpables.
La caída, una vez más, del aire que abandona.




Pintura: "La Moneda Ardiendo", de Nemesio Antúnez Zañartu 
1974 - Óleo-Tela 98x131







Poema basado en "Threnody for the victims of Hiroshima" de Krzysztof Penderecki, pieza compuesta en 1959. Este texto pertenecía al poemario Breaking Glass, escrito en colaboración con Carlos Almonte.







Fragmento de la obra de Penderecki






1 comentario:

P E C E dijo...

Desgarrador. Intenso. Me imagino a la sinfónica de Cracovia y como telón de fondo un gran hongo atómico en el horizonte.

Gracias por las palabras sobretodo en este día de ni perdón ni olvido.

;P