lunes, julio 07, 2008

“Lost sale del armario de la ciencia ficción”, de David Martínez







Cuatro temporadas y casi cien episodios después, Lost seguía manteniendo aquella máxima que unía a sus fieles, que cada vez repetían con más titubeos aquello de: "parece que no, pero todo tiene una explicación científica". There's No Place Like Home hizo trizas esa idea. Lost salió del armario de la ciencia ficción al ritmo que Ben movía esa rueda y la Isla desaparecía en el mapa. No había vuelta atrás, el fenómeno Lost entraba en otra dimensión. Ni mejor, ni peor, simplemente otra dimensión que muchos apuntaban como única salida posible para la lista de misterios que nos habían presentado durante tres temporadas...

Aunque J.J. Abrams ya no participe directamente en Lost, su sello se ha grabado en la fisonomía de la serie. En realidad, la ciencia ficción siempre ha estado presente en Lost. Los osos polares o la transmisión en bucle de Rousseau se conocen desde la primera temporada, el electromagnetismo especial de la Isla se reflejó a la perfección con el error de Desmond e incluso sabemos que Ben controla (de alguna forma) el humo negro, pero el gran paso hacia el terreno de la ciencia ficción llegó con la rueda congelada que movía la Isla y el viaje en el tiempo.

Durante las dos primeras temporadas, mucha gente seguía Lost porque se trataba de un drama de personajes que ofrecía pequeños misterios, es decir, la serie podía acumular seguidores y detractores de la ciencia ficción. Con la entrada de los flashbacks de Desmond la serie sufrió un severo revés en términos de audiencia, ya que se confirmaba que había ciertos elementos difícilmente explicables a través de la lógica. La audiencia caía más de tres millones de espectadores e iniciaba una cuesta abajo que coincidía, entre otros aspectos, con el aumento de ciencia ficción en las tramas.

Mucha gente cree que Lost ha perdido el rumbo en la cuarta temporada y que ha caído en la pura ciencia ficción. No es cierto, Lost había camuflado su ciencia ficción durante tres temporadas y en esta cuarta se ha hecho mucho más evidente. Y lo mejor, o lo peor según el bando que se encuentre cada uno, es que las dos temporadas que quedan parecen estar enfocadas a resolverse mediante fenómenos más propios de otros mundos que del nuestro.

Partidarios y detractores seguro que coinciden en que Lost es una serie única, magistral, que marcará un antes y un después en las nuevas generaciones televisivas. Sin embargo, la pregunta que nos hacemos y os trasladamos es: ¿ha perdido Lost parte de su magia respecto a las primeras temporadas? Y sobre todo, ¿después de mover la Isla podemos entrar en un terreno en el que "todo vale"? Lost ha salido del armario de la ciencia ficción...










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