sábado, marzo 29, 2008

Malcolm X v/s El-Hajj Malik El-Shabazz: dos visiones enfrentadas*






Hermanos y hermanas, estoy aquí para decirles que acuso al hombre blanco. Acuso al hombre blanco de ser el mayor asesino sobre la Tierra. ¡Acuso al hombre blanco de ser el mayor secuestrador sobre la Tierra! No hay ningún lugar en este mundo donde ese hombre pueda ir y decir que llevó paz y armonía. Dondequiera que ha ido, ha hecho estragos. Dondequiera que ha ido, ha causado destrucción. Así que lo acuso. ¡Lo acuso por ser el mayor secuestrador sobre esta Tierra! ¡Lo acuso por ser el mayor asesino sobre esta Tierra! ¡Lo acuso por ser el mayor ladrón y esclavizador sobre esta Tierra! ¡Acuso al hombre blanco por ser el principal comedor de cerdos sobre esta Tierra! ¡El borracho más grande sobre esta Tierra! No puede negar los cargos. ¡Ustedes no pueden negar los cargos! ¡Somos la prueba viviente de esos cargos! ¡Ustedes y yo somos la prueba! Ustedes no son estadounidenses. ¡Ustedes son las víctimas de Estados Unidos! No tuvieron elección al venir aquí. El blanco no dijo: «Negro, negra, vengan y ayúdenme a construir Estados Unidos». El blanco dijo: «Negro, aguanta en el fondo de ese barco, que te llevo para construir Estados Unidos». Haber nacido aquí no los hace estadounidenses. No soy estadounidense. Ustedes no son estadounidenses. Ustedes son parte de los 22 millones de personas negras que son víctimas de Estados Unidos. Nosotros nunca hemos visto la democracia. No vimos la democracia en los algodonales de Georgia. No hubo democracia allí abajo. No vimos democracia en las calles de Harlem, en las calles de Brooklyn, de Detroit y Chicago. No hubo democracia allá. No, ¡nunca hemos visto la democracia! ¡Todo lo que hemos visto es hipocresía! No vemos ningún ‘sueño americano’. Hemos experimentado solamente la pesadilla estadounidense.


***


Recé a Alá desde el monte Arafat. Fue el único momento en mi vida en que estuve ante el Creador de Todo y me sentí como un ser humano pleno. Puede que te escandalice con estas palabras, pero he comido del mismo plato, bebido del mismo vaso, y rezado al mismo Dios con compañeros Musulmanes cuyos ojos eran azules, cuyo pelo era rubio y cuya piel era más blanca que la del blanco. Y todos éramos hermanos, realmente personas de todos colores y razas creyendo en un Dios, en una humanidad. Cada hora en esta tierra sagrada me permite tener una comprensión mayor de lo que está ocurriendo en Estados Unidos. El negro estadounidense no puede ser culpado por sus animosidades raciales, ya que sólo está reaccionando ante 400 años de opresión y discriminación. Pero mientras el racismo lleva a Estados Unidos por una ruta suicida, creo que las nuevas generaciones verán la advertencia y muchos de ellos querrán doblar hacia la ruta espiritual de la verdad, lo único que queda en este mundo para evitar el desastre al que seguramente nos llevará el racismo. Una vez en prisión, la verdad llegó y me cegó. Bien, ha vuelto a ocurrir. En el pasado, he hecho acusaciones arrolladoras contra todos los blancos. Estas generalizaciones han dañado a gente blanca que no se lo merecía. Debido al renacimiento espiritual con el que fui bendito como consecuencia de mi peregrinación a la Ciudad Sagrada de la Meca, ya no suscribo estos juicios radicales de una raza. Pienso tener mucho cuidado para no juzgar a alguien que no haya sido probado culpable. No soy un racista, y no suscribo ninguno de los dogmas del racismo. Con toda honestidad y sinceridad, puede decirse que deseo sólo libertad, justicia e igualdad, vida, libertad y búsqueda de la felicidad para todas las personas.





* Malcolm Little, también llamado Malcolm X, también llamado –posteriormente– El-Hajj Malik El-Shabazz.


Fragmentos extraídos de la película Malcolm X (1992), dirigida por Spike Lee.






















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