martes, agosto 07, 2007

"La metafísica del arte", de George Simmel

Extracto



La salvación estética del ser, es decir, del dolor que realiza el arte, no puede valer según su propia naturaleza más que para los momentos de la elevación estética; mientras que nos encontramos poseídos de ella, el ser y el dolor siguen existiendo en el fondo de nuestra esencia, y el intelecto que se ha libertado momentáneamente de ellos, pero que no puede vivir así duraderamente, vuelve a caer en la servidumbre en que vive respecto de la voluntad. En el momento del goce artístico semejamos al esclavo que olvida sus cadenas o al luchador que está libre de la presencia de su enemigo poderoso, pero no por haberle aniquilado, sino por haber huido de él; dentro de un momento volverá a ser alcanzado. Lo insuficiente de la redención por el arte depende de lo mismo precisamente, merced a lo cual esta redención puede verificarse, de que no hace más que desviarse de la voluntad, de la cual necesitamos ser libertados, mientras que la redención verdadera, duradera, tiene que alcanzarla a ella misma. Y esto acontece en la esfera de la moralidad y de la ascética, a cuya contemplación pasaremos ahora, como las soluciones prácticas de la sombra problemática en que Schopenhauer había sumergido a la vida.




En Schopenhauer y Nietzsche, publicado el año 1907.

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