martes, agosto 14, 2007

"Hacia la noche mi corazón", de Georg Trakl

Traducción de Juan Carlos Villavicencio




Al anochecer se oye el grito de los murciélagos.
Dos negros corceles brincan en la pradera.
Murmura el rojo arce.
Al caminante se le aparece la pequeña taberna en el camino.
Magnífico el sabor del vino joven y las nueces.
Magnífico: tambalearse ebrio en el bosque crepuscular.
A través del negro ramaje resuenan campanas dolorosas campanas.
Sobre el rostro gotea rocío.





en Grodek, Descontexto Editores, 2014





















1 comentario:

paula varela dijo...

Magnífico: tambalearse ebrio en el bosque crepuscular.

qué imagen fantástica!